Thursday, 29 September 2011

Lo que quedó por decir

Lo que quedó por decir.
Madalina Cobián.
Tomado del cuaderno de cuentos “Erizos y espinas”.
 Como no me alcanzó el tiempo para decirte todo lo que pensaba cuando rompimos esta relación, te estoy escribiendo, pues todo en la  vida merece una explicación.
  Siempre te dije que era preferible una buena amistad a una mala aventura amorosa, pero tú insististe en continuar hasta lograrla. ¿Por qué seguiste estimulando algo si pensabas que lo que iba a nacer ya estaba muerto? ¿Por qué dejaste que tu líbido dominara tu razón?  Hoy no tenemos lo primero y perdimos lo segundo. 
 ¿Te habías trazado alguna meta?  Si fue así, en realidad,  fue una meta pobre y corta, pues no tuviste tiempo de disfrutar lo que  podrían haberte deparado las circunstancias que tu mismo creaste.
¿Era pura curiosidad erótica? ¿Era algun reto machista que te propusiste al convencerme de unir nuestras vidas aunque fuera por momentos de placer?  Si fue así, fue una actitud poco digna para conmigo.
¿Acaso no encontraste lo que esperabas?  Si no lo encontraste fue porque no lo buscaste. Porque no diste tiempo a que las cosas cayeran por su propio peso.  Porque las cosas del espíritu satisfacen tanto o más que las materiales, a no ser que se carezca de espiritualidad.  Lo que hay que saber es estimularla para poder disfrutar de sus placeres.
 Opino que fue un oportunismo de tu parte aprovechar el momento que te facilité con mi ira por tu ausencia cuando más te necesitaba, para realizar un desprendimiento  inesperado y justificado.   Esa actitud la entiendo en determinadas circunstancias de la vida social, pero nunca en la vida sentimental.   Me parece más bien una actitud taimada, vengativa. 
¿O acaso una actitud facilista para huir antes de que la situación agravara y se tornara peligrosa?   El hecho de que te negaras a dar una explicación indica que sencillamente no tuviste argumento que explicar.
 Me acusas de ser muy dificil.  Yo te lo había advertido y no me creíste.  No lo finjo, lo soy. Pero soy extremadamente vulnerable al cariño y la delicadeza; herramientas capaces de abrir la compuerta bloqueada de mi manantial de ternura; herramientas que nunca supiste usar.  ¿Que no me acepto a mi misma?  Yo si me acepto a mí misma. Los que no me aceptan son los demás.
¿Qué no analizo los hechos como prueba de tus sentimientos? ¿Hechos? ¿Te refieres a la ayuda material? Si, los reconozco, pero lo material se deteriora, se esfuma; sin embargo los gestos quedan imborrables en la memoria y en el corazón. Te equivocaste si pensaste que yo era de las mujeres que buscan una pareja para solventar su  situación material, pues yo siempre he solventado la mía.  Mi mundo espiritual es mucho más grande que mi mundo material y es el primero el que necesito llenar.  Yo nunca te pedí ayuda.  Sólo te pedí que no me hicieras sufrir.
 Si el enfermo hubieras sido tu, yo me hubiera arriesgado y hubiera hecho lo indecible  por estar a tu lado.  Pero parece que el riesgo no está dentro de los parametros que rigen tu vida.  Entonces, eres muy conservador.  Y los conservadores no tienen  mi admiración.
La miseria, el dolor, la enfermedad  y la pobreza se sienten menos y se enfrentan valerosamente cuando se escuchan palabras de consuelo y apoyo. Pero cuando no, la soledad deprime hasta aniquilar, hace perder la esperanzas, hace surgir pasiones inesperadas y a veces hasta violentas.  Yo nunca te pedí ayuda.  Sólo te pedí que no me hicieras sufrir.
.  Muchas gracias por tus consejos, enseñanzas, atenciones, cuidados y preocupaciones.
  En cuanto a nuestra  no realización como pareja, no te preocupes.  Me di cuenta de que yo no te gustaba lo suficiente.  No obstante yo siempre recordaré los mejores momentos de nuestra amistad.

Thursday, 15 September 2011

A mis lectores, sobretodo, a mis lectoras.

A mis lectores, sobre todo, lectoras.
Queridos amigos.



Si ya leyeron mi presentación y han leído algunos de mis artículos, me imagino que ya me conocen. Y teniendo en cuenta el objetivo y el nombre de mi blog: enelatardecerdetuvida y están Uds en igualdad de condiciones, me imagino que puedan entenderme y aconsejarme en cuanto a lo que les voy a contar.
Tengo 68 años y desde hace 22 años estoy separada de mi esposo y no por mojigatería, precísamente, me he mantenido sola durante tanto tiempo, sino porque me había prometido a mi misma no permitir que nadie más hiriera mis sentimientos. Había pensado dedicar mi vida, y lo hice, a cosas que no tuvieran que ver en lo absoluto con el tener una pareja: la institución fraternal y escribir.
Sin embargo ha surgido en mi vida un hombre que ha empezado a alterar mi ritmo de vida con sus proposiciones amorosas. Tiene casi 70 años. Está bien conservado e intelectualmente satisface mis necesidades. Es paciente y comprensivo con mi forma de ser y parece aceptarme tal como soy. Y cree que pudiéramos dar algo a la vida desde el punto de vida intelectual.
Eso es lo positivo. Ahora viene lo negativo.
Está casado con una mujer mucho más joven que yo y que el mismo, por lo que no me puede dedicar todo el tiempo que pudiera pedirle y tiene achaques de vejez, como los tengo yo.
Estas dos últimas cosas no me preocupan mucho, pues no tengo intenciones de atar mi vida a nadie. Opino que el deba permanecer con la mujer al lado de la cual envejeció, aunque esta sea más joven y menos fea que yo; lo cual es una ventaja, pues si es más joven, puede cuidar de sus achaques, ya que yo no aspiro a que el cuide de los míos y si es posible ni siquiera mostrárselos y si es más bonita, mucho mejor, pues nunca va a sentir celos de mí. Pero no es menos cierto que una situación así me va a hacer sentir algo sucia e incómoda, pues soy egoísta y orgullosa y quizá hasta pudiera poner en riego mis deseos de escribir y continuar con mi vida fraternal.
En resumen, que estoy pidiendo consejo par tener una aventura.
¿Creen que se pueda tener o se deba tener una aventura otoñal riesgosa? ¿Qué consecuencias negativas pudiera traer una aventura así? ¿Cuáles positivas?
Yo quisiera escuchar sus opiniones. Me interesan las opiniones de muchas personas para tomar lo mejor de ellas y crear mi propio criterio a seguir.
Amigos, les prometo que si me dan sus opiniones las voy a esacuchar y luego les voy a dar respuesta de la decisión que haya tomado en este blog.