Thursday 9 June 2011

La labor educativa de la Masonería y el Acacismo cubanos; siglos XIX y XX.

ACADEMIA CUBANA DE ALTOS ESTUDIOS ACACISTAS
¨Leonor Valdés Barrabí¨
Tema:


Ensayo sobre la Labor Educativa de la Masonería y el Acacismo Cubanos.
Siglos XIX y XX.
Ponente: Académica de Número: Madalina Cobián González.

Logia N0.1 ¨Hijas de la Acacia¨
Objetivos Generales:
1.- Iniciar una investigación sobre un tema sobre el cual se ha hablado poco, y en el que no he podido profundizar mucho más por falta de documentación y por la ausencia de muchos de los personajes que los protagonizaron, pero que por su importancia, es meritorio de ser continuado por aquellos más conocedores de éste.
2.- Dar a conocer a las miembros de la Orden ¨Hijas de la Acacia¨, la trayectoria del papel educador de la Masonería Cubana durante los siglos XIX y XX, con el fin de despertar en estas, el interés por la labor educativa comenzada por éstos y en las que se destacaran muchas Acacias, que por su tenacidad y abnegación, constituyen un ejemplo a seguir por nuestras actuales miembros.
INTRODUCCION.
Según Bertrand Russell:
“Las cosas más deseadas por los hombres, son el poder y la admiración. El ignorante suele, en general, adquirir cualquiera de esas cosas por medios brutales, que implican una adquisición por medio de la actividad física. La cultura le da al hombre formas menos peligrosas de poder y medios más estimables para hacerse notar.” Fin de la cita.

Desde los tiempos del Antiguo Egipto, pasando por Europa y llegando hasta nuestra Actual América, la Masonería Universal ha llevado a cabo una labor constructora de hombres y sociedades, dejando a su paso una estela de monumentos arquitectónicos, como son las Pirámides de Egipto, la Catedral de Nuestra Señora de París, por mencionar algunos, que por sí solos hablan del trabajo desarrollado en ellos, la inteligencia para su concepción y la capacidad creadora de los que las construyeron.
Pero el trabajo del masón, como antiguamente se llamaba al constructor, no se limitó a la edificación de monumentos, ni al trabajo sobre la piedra. En la medida en que anheló mejorar la calidad de su obra, salió en busca del conocimiento que le permitiera optimizarla, por lo que tuvo que agruparse con otros masones que perseguían los mismos objetivos. De ahí que, ya aglutinados, comenzaran a surgir los gremios, que a su vez fueron creando las normas de conducta a seguir por sus miembros, teniendo como requisito indispensable para serlo, la adquisición del conocimiento, el cual interactuando entre ellos mismos, los hizo convertirse en personas más austeras, que comenzaban a diferenciarse por sus características intelectuales y su educación, del resto de los hombres de la sociedad. Y es cuando la Masonería se revela como constructora de la sociedad, dejando a su paso una estela de monumentales hombres ejemplos a seguir como Mozart, Goethe, Newton, Washington, Juarez, Céspedes y Martí entre otros. Hombres de altos valores humanos en su conciencia y de gran inquietud por el conocimiento, lo que fundamenta que la Institución esté representada por el Compás y la Escuadra.


DESARROLLO.

La Masonería Universal, en busca de la perfección del hombre por varios siglos, ha creado sus propios instrumentos de trabajo para la formación de éste, acorde a sus ideas y principios: sus escuelas.
Los niveles de ésta han transitado desde la enseñanza elemental hasta la Universitaria, llevando intrínseco dentro de sus disciplinas, los principios de Igualdad, Libertad y Fraternidad.
La Masonería Cubana , siguiendo los postulados de la Masonería Universal, ha desarrollado una ardua tarea por la educación de su país durante los siglos XIX y XX y producto de la cual, vieron la luz grandes personalidades de la Ciencia, el Arte y la Política Cubana de los dos pasados siglos, hombres impregnados de principios morales y de amor patrio, que en muchos casos dieron la vida por la libertad de su país. Demás está mencionar los nombres de los Héroes de la Independencia de Cuba.
Sin atreverme a tocar el tema de las diferencias entre la Iglesia y la Masonería, por ser completamente profana en éste campo, la Historia de la Guerra por la Independencia de España, me ha llevado a la convicción de que la Educación Cubana fue el óptimo caldo de cultivo para que se diera el punto de convergencia de los principios de ambas instituciones, a partir del momento de que el insigne cubano, Maestro de Maestros, y seguidor del reformador Obispo Espada, Padre Felix Varela, desde su Cátedra de Constitución, a la que él llamara Cátedra de Libertad, en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio, en 1821, expusiera sus criterios de que:
“Constitución, Libertad e Igualdad, son sinónimos, y a éstos repugnan los de esclavitud y desigualdad”. Fin de la Cita.
Y así cumplimentando su labor ejemplar como maestro, combatiendo el escolasticismo clerical de la enseñanza, y sembrando los principios de independencia y de amor a la Patria, a lo que él llamaba Pedagogía Criolla y Educación para el Patriotismo, en el corazón de sus alumnos en gran mayoría masones, contribuye a formar una nueva generación de maestros e intelectuales, que se destacan por engendrar otra nueva ola de maestros de igual pensar, poniendo en práctica lo que en el Siglo XXI fuera recogido por Belisario Carlos Pi Lago en su libro ¨Las Ideas Masónicas y la Fe Católica¨, y en cuyo discurso de presentación, fuera resaltado por el Ex –Gran Maestro, I.H:. Dr. José Manuel Collera: ¨que a pesar de la antiquísima polémica y la intolerancia recíproca, los Masones y Católicos tenemos mucho en común porque adoramos a un mismo Dios, por tanto, los cubanos actuales debemos saldar nuestras diferencias esenciales porque necesitamos de la unión de la Escuadra y el Compás y el Crucifijo¨. Fin de la cita.
Entre los alumnos de Varela se encontraron:
-Nicolás Manuel Escobedo y Rivero. Masón, habanero, abogado brillante y orador conceptuoso. Profesor del Seminario de San Carlos y de la Universidad de La habana. Fundador del Periódico ” El Observador Habanero”, Diputado a las Cortes Constituyentes Españolas, donde defendió la igualdad de derechos. Era ciego. Lo llamaban: ¨El Ciego que veía claro¨. Fue sucesor de Varela en la Cátedra de Constitución en el Seminario de San Carlos.
Aquí se evidencia el punto de convergencia ya mencionado, aunque la Universidad Habanera combatiera al Seminario por sus ideas liberalistas.
-José de la Luz y Caballero, El Evangelista de la Educación, cuyos postulados pedagógicos y sociales son universalmente conocidos y haciendo honor a su apellido, han iluminado muchas generaciones, seguidor de los principios varelianos. Maestro de Ignacio Agramonte, masón de la Logia Tínima de Puerto príncipe, ahora Camagüey y de José María Mendive, Maestro de Martí, Masón de la Logia San Andrés de la Habana, seguidor de esos principios ya practicados por la Masonería Universal y que hoy reconocemos en la figura de Nuestro Apóstol, Masón y Maestro, José Martí. De éste reconocido católico se cuenta que durante sus funerales, al oírse el repicar de las campanas de la Iglesia, algunos malintencionados se preguntaron que porqué repicaban si se estaba enterrando a un masón. Cabe decir que aunque nunca fue confirmado, por lo menos por mí, se dice que Caballero se había iniciado secretamente en la Masonería en Europa.
En su libro, “Memoria sobre la Esclavitud”, el Padre Varela plantea:
“Me atrevo a asegurar que lo la voluntad del pueblo de Cuba es que no haya esclavos...... y yo sólo pido lo que quiere el pueblo de Cuba.”
Es realmente coincidente que 46 años después, un masón hiciera realidad su petición:
Carlos Manuel de Céspedes; quien fuera sorprendido y muerto en 1874, cuando se encontraba alfabetizando a los niños campesinos en una escuelita creada por él en las lomas de San Lorenzo. También el Padre de la Patria cumplió, dentro de sus múltiples y gigantes tareas, como son las de liberar a los esclavos, defender la Patria y guiar su pueblo, con la de instruir niños como un simple y humilde maestro escolar.
Ya en el siglo XX, el Dr. Gabriel García Galán, Masón, Abogado y Pedagogo, declinó su trabajo de abogacía para dedicarse a la Educación de niños y mujeres.
Desde 1921 fue miembro de la Junta de Educación de La Habana y desde allí contribuyó a la Educación Cubana.
Creó el ¨Premio José Martí¨ para despertar el espíritu investigador de los alumnos de las escuelas públicas, en el campo de la Historia, como también el ¨Premio Patria y Hogar¨ que él otorgaba a las graduadas de la Escuela del Hogar todos los años.
Fue Secretario General de la Sección de Sociología del 5to. Congreso Panamericano del Niño, que se celebrara en La Habana en 1927, presentando una ponencia sobre los Deberes del Estado con respecto al niño desamparado o desatendido por sus padres.
Fue Secretario General de los dos primeros Congresos Nacionales del Niño en 1928 y 1929.
Fue miembro de la Academia de Historia de Cuba en la que presentó un trabajo sobre la Instrucción Primaria en Cuba desde 1518 a 1909.
Entre las muchas condecoraciones que recibiera durante su vida ejemplar, por su trabajo como educador, se encuentran dos veces el ¨Premio Victor Muñoz¨ y tres veces el ¨Premio Enrique José Varona¨.
Durante la primera mitad del Siglo XIX, según la Sección de Educación, los recursos para la enseñanza eran muy pocos, por lo que se les permitió a las personas ilustradas, en su mayoría masones, crear centros de instrucción en sus propias casas a las que se llamó ¨escuelas de amigos¨. Estas escuelas fueron incrementándose hasta convertirse en pequeñas instituciones de carácter privado, que aunque no resolvían las necesidades del país, ayudaban a ilustrar a la población.
En 1825, La Habana cuenta con 43 escuelas, 25 para blancas y 18 para negros, y no es hasta 1827 que se permite la enseñanza gratuita en los conventos.
Ya en 1830, las escuelas privadas en Santiago de Cuba alcanzan el número de 36 y La Habana ha creado 38 escuelas más, de las cuales 8 fueron gratuitas para niñas blancas.
En 1835, la instrucción en el interior de País era casi nula. 3 escuelas en Baracoa, 2 en Sancti Spíritus, 2 en Remedios 4 en Villa Clara.
A pesar del carácter clasista y privado de la educación en esos momentos, no podemos negar que esos cortos pasos de avance eran un adelanto hacia la ilustración, en el que un buen porciento de masones participó, como inversionistas, como directores o como maestros.
Nuestra Orden Masónica creó un gran número de Instituciones Escolares para llevar a cabo su plan educativo y dos organizaciones para contribuir al apoyo material de dichas instituciones.
En 1869 y a raíz del Grito de Yara y quizá a consecuencia de la vertiente ideológica emanada de esta gesta, se crearon varias escuelas para varones, en las cuales y de forma insoslayable, se enseñaba el amor a la Patria. Fueron algunas de ellas:
- Escuela San Andrés
- Escuela San Gregorio
- Escuela San Carlos y
- Escuela Perfección.
Más tarde, en 1889, surgió la escuela gratuita ¨La Caridad¨, en la cual se priorizaba la matrícula para niñas negras.
En 1900 vio la luz la Escuela Normal para señoritas. También gratuita.
Y así, casi odas las logias fueron creando sus propias escuelas a las cuales le fueron atribuyendo sus propios nombres, lo que indica que el crecimiento de las escuelas que iba casi aparejado al crecimiento de las logias, debían a éstas en gran parte la razón de su existencia.
En 1928, la logia “Los Doce Apóstoles”, creó la escuela Los Apóstoles, en la Calle Colón 864, en el Cerro. Allí trabajó como profesora y luego como directora la Dra. Leonor Valdés Barrabí, quien ya había trabajado por mucho tiempo y de forma voluntaria en el Instituto de Cuba, y del que fuera egresado el conocido geógrafo cubano, Antonio Núñez Jiménez.. En este gesto se pone de manifiesto esa faceta caritativa y educadora siempre presente en toda Acacia.
De su trabajo, el Gran Mentor Emilio Jorge Reyna Cardoso, quien aunque no fuera maestro dio, todo su esfuerzo por la Educación Masónica, opinó:
¨Allí en ¨Los Apóstoles¨, la escuela de la logia. La obra educacional de Leonor adquiere eco y resonancia espiritual y ética maravillosa. Allí se enseña a amar, venerar, destacar y defender los valores morales de la Patria, sin olvidar las disciplinas y ciencias exactas.¨
En 1935, se creó ¨La Casa de los Niños¨, la cual funcionaba como escuela primaria durante el día. Desempeñaba allí una labor excepcional como maestra la Dra. Josefina Echemendía, la cual por su trabajo destacado y continuado y su conducta ejemplar como educadora, , ha sido y seguirá siendo merecidamente llamada ¨Maestra de Masones¨.
Esta escuela, también llamada Escuela Nacional Masónica, se funda en El Castillito , en La Víbora. Luego se trasladó a Santa Amalia y luego a Nicanor del Campo. Se concibió con el propósito de albergar todo tipo de niños huérfanos, de masones o de padres que no fuera de la Institución, que siempre fueron la mayoría. Allí se recibieron niños de toda la república. Era regida por un patronato dirigido por la Gran Logia. Era laica y mixta. De noche funcionaba como escuela nocturna de adultos. Se impartían los conocimientos de las Enseñanzas Primaria, Secundaria, comercio y Secretariado, además de estar vinculada al Instituto de la Víbora para la Enseñanza Pre-Universitaria. De ella fueron egresados Julio Trigo y Pepito Mendoza, combatientes revolucionarios, quienes dieran la vida por la libertad de su país durante la primera mitad del Siglo XX. Y Santiago Alfonso, coreógrafo de Tropicana, quien fuera condecorado recientemente con la Orden por la Cultura Nacional. Esta escuela funcionó hasta 1961.
La Enseñanza primaria contó con dos organizaciones escolares masónicas, que apoyaban el buen funcionamiento de las escuelas. Fueron ellas ¨
El zapato Escolar¨¨y Ël Traje Masónico¨´
¨El Zapato Escolar¨. Fue fundada el 8 de enero de 1920, por el Dr. Antonio Iraizuz del Villar y era sufragada por la Masonería y apoyada por las donaciones de cada una de las logias. Como su nombre bien lo decía, su objetivo era proveer de zapatos a los niños para asistir a la escuela. A éstos ños de las escuela masónicas, que dicho sea de paso, eran gratuitas, se les distribuía zapatos dos veces al año, y aunque se priorizaban estas escuelas para su distribución, también se les hacía entrega a las escuelas públicas.
Esta organización fue presidida durante seis años por la Dra. Josefina Echemendía. Tuvo una duración de más de cincuenta años, y al desaparecer, el fondo de la Institución pasó a las Arcas del Asilo Masónico.
¨El Traje Masónico¨. Esta, tan humana institución como la anterior, cuyo objetivo era proveer a los niños de ropa y más tarde de efectos escolares para ir al colegio, se fundó el 9 de Agosto de 1925, en el Salón Azul de la casa sita en Carlos III N0, 6. Fueron su primer Presidente y Secretario respectivamente los Hnos: . Francisco Yero y Jesús Escandell., cuya primera tarea fue, contactar a través del Muy Respetable Gran Maestro de Cuba, con las Grandes Logias de Nueva York y Chicago, para que éstas por gestiones comerciales, detectaran los mejores precios que pudieran ofrecerles los comerciantes para la compra del traje masónico. Gestión que se efectuó rápida y eficazmente, pues en menos de dos meses se realizó la primera entrega de trajes a los niños.
Esta se realizó el 20 de Septiembre de 1925, en el Teatro Actualidades. La segunda fue en la Sociedad del Pilar, Calle Estévez No.62, el 6 de Enero de 1926, de la cual hubo sobrantes que se entregaron a la escuela de la Logia José de la Luz y Caballero. La tercera se efectuó en menos de dos meses. El 24 de Febrero del mismo año, y así sucesivamente, además de las dos entregas anuales, se realizaban entregas extraordinarias en fechas Patrias.
El Traje Masónico invertía una cantidad promedio de $1,800 en gastos para cada distribución, luego, realizaba actividades culturales a beneficio de la Institución en las que participaba el Coro Acacista, y también durante la década de los 5º, organizaba festivales infantiles en el Coney Island, de cuya recaudación y de las sumas de las donaciones de las logias, se obtenía la cantidad ya mencionada para volver a comprar el traje escolar, y de esa forma reciclaba el capital de esta organización.
Después de la Fundación de la Orden Hijas de la Acacia, y como detrás de todo niño andando, hay siempre una mujer cuidando, la presencia femenina no se hizo esperar, y el Traje Masónico encontró su madrina.
Quisiera traer el nombre de todas las Acacias que se destacaron por su participación en la organización, pero me es imposible y me limito a mencionar un grupo del cual tengo referencia o cuyo nombre se refleja en las actas. Son ellas:
-Delia Delgado
-Elida Naranjo
-Lidia Esther Corría
-Cristina Alvarez
-Ofelia Fuentes.
Y las dos más recientes y constantes miembros:
Georgina Medina, quien reside hoy en los valles de Miami y Ofelia Fernández, que por su abnegación, puntualidad y dedicación tiene bien ganado el nombre de ¨La Madrina del Traje Masónico ¨.
Aunque no cuento con más información respecto a la Enseñanza Elemental y Media, me parecen que estos ejemplos muestran cabalmente la preocupación y ocupación de la Masonería Cubana por la instrucción de su país que si realmente no resolvía todas las necesidades de éste, complacía gran parte de ellas.
Paso entonces a la Enseñanza Universitaria.
En 1936, a solicitud de la Resp. Logia Habana, el V. H:. Dr. Mario Alfonso Caballero, ex -Rector de la Universidad de La Habana, solicitó a la Gran Logia, la creación de la Universidad Masónica de Cuba.
Se somete la moción al análisis de la Comisión por el Gran Maestro Francisco Saiz y los V.H:. Dr. Enrique Gay Galló y Carlos M. Pereira y del Cueto., pero situaciones de carácter legal impidieron su realización. Luego de promulgarse la Ley No.15 de Diciembre de 1950, que autoriza el funcionamiento de las Universidades privadas, el viejo anheló renació en el espíritu de algunos masones.
Se presentó de nuevo el proyecto ante el Gran Maestro Dr. Piñeiro y del Cueto, quien lo acogió con beneplácito, lo que promovió la Institución Masónica de Estudios Superiores, Sociedad Civil Masónica en cuyos estatutos, quedó declarado en el artículo segundo, que la nueva entidad se dedicaría a como se cita a continuación.
¨En primer término a fomentar el desarrollo de estudios superiores principalmente en aquellas disciplinas que hasta el momento habían sido omitidas u olvidadas por el Sistema Oficial d Enseñanza no obstante su importancia para el progreso nacional, pero encuadrando la actitud docente dentro de los elevados principios que animan a la Masoneria Universal y sin los cuales, la Cultura, desvía su naturaleza y pervierte sus fines, atentos siempre a fortalecer el espíritu de la Solidaridad Humana, contra toda discriminación sectaria e injusta. ¨Fin de la Cita.
La Universidad se inauguró el 16 de Julio de 1952, con un Primer Cursillo Pre-Universitario. En la ceremonia de apertura, el Gran Secretario V.H:. José F. Castellanos en su discurso, citando un pensamiento del Pedagogo Dewey, manifestó:
¨Si la escuela primaria ha de ser un reflejo del barrio, y la secundaria en igual sentido, el de la comunidad en que se asienta, a la universidad habrá que asignarle, por su contenido de gran amplitud, la función orientadora de la sociedad. Servirá para servir a la sociedad y no para servirse de ella. Cultivará la formación profesional y cultural. Será faro orientador en el aspecto social. Como institución Masónica, habrá de responder a los postulados que animan la Masonería, para que desaparezcan las baja pasiones que envenenan la a la Humanidad e impiden que el hombre sea hermano del hombre. ¨Fin de la Cita
Como podemos ver la Masonería se propuso la tarea de la construcción de una sociedad de altos valores, tomando como uno de sus puntos de partida
La elevación cultural de sus miembros.
Esta universidad, cuyo derecho de matrícula costaba $150.00 anuales, contaba con un sistema de pagos bimensuales que debían efectuarse en los meses de Septiembre, como garantía de matrícula, Noviembre, Enero, Marzo y Mayo., no distaba mucho de los precios del Sistema Oficial de Enseñanza, que iniciaba el pago con una entrada de $60.00.
Allí funcionaban las Facultades de Filosofía y Letras, Psicología, Derechos, Ciencias Económicas y Educación, más proyectos especiales de Idiomas, Artes Domésticas, Música, Artes Industriales, Depto. Pre-universitario, redacción y calificación de Documentos y Títulos, más los Talleres Tipográficos de la Universidad.
De ella fue egresado el Dr. Ricardo Alarcón de Quesada, por poner un ejemplo.
Como podemos ver, quedaron muy pocos aspectos de la cultura hasta entonces alcanzada que la Enseñanza Unversitaria Masónica no alcanzara, de ahí que el masón continuara destacándose por su profundidad, discreción buena conducta y buen decir.
Según el Padre Varela, la mujer es cultura, dignidad y amor.
Según Martí, la mujer debe aprender, al menos, la esencia de lo que aprenda el hombre, para que no sea la incompetencia mental la causa del divorcio social entre ellos.
Según Gabriel García Galán, la mujer es pureza, sacrificio y abnegación y partiendo de estos elevados conceptos, crea la Orden que agrupa la rama femenina de la Masonería Cubana.
Muchas mujeres, a partir de la creación de la Orden Hijas de la Acacia en 1937, abrazaron la causa Masónica y siguiendo su ejemplo, contribuyeron a la formación de nuevas generaciones. Lamentablemente, producto de ciertas circunstancia sociales, que si bien contribuyeron a la superación cultural del país, mantuvieron el acacismo casi inactivo durante mucho tiempo y por la desaparición física de otras acacias que hubieran podido seguir guiando la Orden sobre las bases ya conocidas, nuestro trabajo educativo está ligeramente empobrecido y contamos con cierta apatía por el conocimiento, o mejor dicho, con el desconocimiento de la importancia que la Masonería la atribuye al saber.
Estas razones, dentro de otras, han influído sobre nuestra Orden causando que hoy esté sufriendo una cierta crísis de desorientación que nos conlleva al estrechamiento de los horizontes.
En mi trabajo, ¨El Papel del Acacismo en la Sociedad Contemporánea¨, osadamente, me atreví a asegurar que el Acacismo, junto con la Masonería, debían ser las dos alas del pájaro de la sociedad, que la conduzcan hacia un futuro mejor.
Hoy, después de un análisis más profundo de la Orden, sin contradecir mi anterior planteamiento, pues éste constituye mi mayor anhelo social, debo reconocer, que todavía no estamos preparadas para ello, aunque se están dando las condiciones para que así sea.
Con el surgimiento de la Academia Cubana de Altos Estudios Acacistas “Leonor Valdés Barrabí”, fundada el 27 de Diciembre de 1996, una nueva puerta se nos abre hacia la sabiduría. De esta forma, surgen nuevos caminos en dirección al futuro que deben ser pavimentados por nosotras mismas, renace la esperanza en los corazones de sentimientos elevados y en los cerebros ávidos de sapiencia. Ya que tenemos la vía, debemos de trabajar para que no se cierren las puertas, ni desaparezcan los caminos ni se apague la luz.
Desde nuestras propias organizaciones internas, la Academia de Altos Estudios Acacistas, las Comisiones de Instrucción y Cultura y la Ayuda de las acacias más experimentadas y más cultas, que están silentes en sus asientos esperando ser llamadas, para contribuir al desarrollo cultural de la Orden, podremos salir adelante y prepararnos para continuar la labor educativa que comenzaran nuestros Masones y continuaran ejemplares Acacias.
CONCLUSIONES
Por todo lo antes expuesto sabemos que la Masonería Cubana lleva casi doscientos años trabajando por la educación de su país.
Sabemos que el mundo está convulso en estos momentos en crisis de hambre, corrupción, violencia y degeneración. También sabemos que la ociosidad es la madre de los grande vicios, pues ella permite a la banalidad, la superficialidad y el egoísmo entrar a nuestras mentes por la puerta de la incultura.
El país está inmerso en la tarea de elevar el nivel cultural del pueblo de forma masiva. Las Iglesias y otras Instituciones no gubernamentales, abren sus puertas al pueblo y convierten sus recintos, en determinados momentos en aulas, donde se imparten clases de disciplinas altamente necesarias para los trabajadores fundamentalmente para los jóvenes, que se dan conferencias de temas de interés para jóvenes, adultos y toda la familia, que contribuyen al mejoramiento del hombre y la sociedad.
Si la Masonería Cubana lleva casi dos siglos luchando por la educación del hombre. ¿Por qué el Acacismo no puede continuar haciendo lo mismo desde sus talleres? Este es el momento y no otro en que la Acacia debe cerrar el abanico y descruzar los brazos temporalmente, para llenar nuestras mentes del conocimiento que nos hará pensar mejor y sentirnos más útiles para continuar la labor educativa de la Masonería.
La Caridad no es regalar lo que nos sobra, si no compartir lo poco que tenemos y como el conocimiento es parte del tesoro universal humano, compartirlo es una forma de practicar la Caridad.
Además, según el Padre Varela, es un acto de justicia ilustrar al ignorante.
SUGERENCIAS.
Sin convertir el Taller en una escuela y sin interferir el Sistema Oficial de la Enseñanza, sugiero las siguientes proposiciones:
1. - Dedicar más tiempo a la enseñanza del simbolismo y temas sobre el Acacismo, incluyendo estudio del Código y Reglamentos dentro de la sesión y así hacerla más instructiva y amena.
Tarea de la Comisión de Instrucción.
2. - Organizar, fuera de la sesión, un local que se habilite como aula para impartir clases de Inglés, Computación y otros temas cognoscitivos y que a la vez en éste se puedan realizar actividades culturales, como exposiciones, debates, etc.
Tarea de la comisión de Cultura y Pre-Académicas.
3. - Solicitar a la Gran Logia de Cuba y al Supremos Consejo Grado 33, la ayuda material para llevar a cabo esta tarea, cuyas necesidades son:
a) Un local para aula y que a la vez sirva de sede a la Acad. C. de A. E. A.
b) Una computadora, aunque sea de uso.
c) Pizarra, mesas y sillas.
Tarea de la Gran Gentil Mentora.
La Acacia, por ser mujer, madre, esposa, trabajadora y además, miembro de una Institución Para-Masónica, tiene la obligación de ayudar a mejorar el medio donde van a crecer sus hijos, y no debe quedarse a la zaga en la carrera por el desarrollo, porque eso sería negar algunos de los principios de la Orden del compás y la Escuadra y para aseverar este planteamiento, me apoyo en las palabras de nuestro Masón y Maestro, José Martí, publicadas en el Periódico Patria el 21 de Mayo de 1862:

¨¡Ah, Cuba, futura Universidad Americana! Le baña el mar de penetrante azul, la tierra oreada y calurosa. Con la mente, a la vez, clara y activa, la hermosura de la Naturaleza atrae y retiene al hombre enamorado. Sus hijos, nutridos con la cultura universitaria y la práctica del mundo, hablan con elocuencia y piensan con majestuosidad, en una tierra donde se enlazarán mañana, las tres generaciones.
Muchas gracias,
Madalina Cobián. .
BIBLIOGRAFÍA:

Documentos de Archivo Biblioteca Masónica:
- Acta de Constitución de ¨El Traje Masónico¨
- Vida y Obra de Leonor Valdés Barrabí.
- Vida y Obra de Gabriel García Galán.
- Acta de Constitución de la Universidad Masónica.
- Discurso de Ceremonia de Apertura de la Universidad Masónica del 16 de Julio de 1952.
- Periódico Patria del 21 de Mayo 1892.
Libros:
- El Legado de Varela. Dra. Perla Cartaya Cotta.
- Las Ideas Masónica y la Fe Católica. Belisario Carlos Pi Lago.
Discurso:
- Presentación del libro ¨Las Ideas Masónicas y la Fe Católica¨ de
Belisario Carlos Pi Lago.
Entrevistas:
- V.H:... Fausto Prieto Brañas. Presidente de la Academia de
Altos Estudios Masónicos. Enero 2001.
- V. H. Dra. Josefina Echemendía. Gran Mentora de la Orden Hijas
de la Acacia. Enero 2001.

El papel del Acacismo en la sociedad Contemporánea

Academia Cubana de Altos Estudios Acacistas
“Leonor Valdés Barrabí”

Obra ganadora Concurso 2000

Tema : El papel del Acacismo en la sociedad contemporánea.

Autora: Madalina Cobián González
Académica de Número
Benemérita Logia # 1 “ Hijas de la Acacia”.
La Habana, 21 de Marzo, 2000

INTRODUCCION

Por ser la mujer cubana un ser tan versátil y flexiible, que se crece se desdobla y se multiplica, tratando de abarcar todas las esferas de la sociedad en la que puede ser útil, en la que deja su cuño de cubanía, con su perfume y musicalidad, abrazándola con amor y maternal cariño, para no dejarla caer, que con paciencia e inteligencia, la educa, la guía, para sacarla de la ignorancia y la oscuridad, y la salva del peligro y la opresión, e es muy difícil encasillar mi trabajo, dedicado a tratar el tema “ El Papel del Acacismo en la Sociedad Contemporánea”, en sólo una época e este siglo, ya que la Acacia no es más que una mujer cubana con proyecciones universales, que se traslada en el tiempo y en el espacio, de época y países, y aunque sufra algunos cambios, no deja de ser la que fue, es y será siempre: una mujer cubana.
Por ser esta mi visión de la Acacia, titulo mi trabajo:
“Acacia en cuatro tiempos”
Primer Tiempo.
Y eran tiempos en que algunas hacían girar sus elegantes trajes sore los brillantes pisos de salones engalanados, al compás de una contradanza, sin más aspiraciones que cumplir con el deber que su sexo les impuso, sin otra aspiración que se esposa y madre, pero que a escondidas, bordaban banderas y cosían uniformes, mientras otras se lanzaban a la manigua con sus esposos e hijos después de quemar sus casas, a combatir por la libertad de Cuba, otras se asían a la pluma, para denunciar las injusticia, algunas tomaban el traje de enfermera, otras el fusil y muchas se desprendían de sus riquezas por la causa, mientras otras, marchaban al extranjero, para desde allí, preparar la lucha por la Patria.
Llamáranse Mariana, Manana, Emilia, Martha, daría igual, todas tenían un objetivo en común, el amor a la Patria libre, el valor por el sacrificio por una Cuba cubana, el sentido del derecho a la libertad, único derecho que podían entonces defender y que sería precursor de otros derechos que más tarde defendería el Movimiento Feminista, representado por estas mismas mujeres valientes de finales de Siglos XIX e inicios del XX. Mujeres que también supieron sacrificar la Paz del Hogar, por la Paz de la Patria, el amor de sus hogares, por el Amor de la Patria, y que en todo tiempo practicaron la Caridad, ya bien con dinero, asistiendo enfermos, salvando vidas, compartiendo su pan, consolando al afligido, o alentando espíritus.
Esas, que sin conocer como tal, nuestro tríptico de fe, lo practicaron, que no conocieron más bandera que la de la estrella solitaria, que jugaron el papel de Luchadoras por la Libertad en su época, como lo hubiera hecho una Acacia de nuestro siglo, que nos sirvieron de paradigma para ser hoy lo que somos, también fueron Acacias, porque ser una Acacia es: ser una mujer cubana con proyección universal.
Segundo Tiempo.
Y eran tiempos en que ya teníamos bandera, comenzaba a florecer el siglo y se bailaba el danzón. Tiempo en que aquel Pequeño Gran Masón, concibió y fraguó la idea de concentrar en una flor todas las virtudes de la mujer cubana. Y de nuevo esta se desplegó como un manto de pureza, e desdobló mostrando sus capacidades y se multiplicó fértil y magnánima. Y practicando su tríptico, se entregó a la sociedad por entero, a trabajar, a estudiar, a educar, a investigar, a curar, a practicar, a practicar cuanta arte y ciencia surgieran a favor de la humanidad y sobretodo, sin olvidar el papel de madre y esposa, y sin olvidar el suave y elegante contoneo de sus caderas al ritmo de un son, porque una Acacia es una cubana, y decir cubana es decir: “ es la Perla del Edén porque es graciosa y baila bién”.
Juega en estos momentos, su papel de fundadora, creadora y educadora que la sociedad le asigna, y encontrándose en pleno cumplimiento del deber, las transformaciones sociales la obligan a cambiar sus designios.
Entonces, se crece, se yergue alta, recta y firme como una columna y se multiplica en forma de muchas Jaquines y Boazes, para sostener su templo. Para salvar el móvil de su creación y como cubana, reacciona como la Bayamesa, Al grito de la Patria, todo lo deja, todo lo quema, para la Acacia, salvar la Orden, es su misión.
Y sosteniendo su templo, se mantiene inmóvil, tolerando las inclemencias del tiempo, el pasar de los años, y sosteniendo su templo, envejece con él y aunque falten las fuerzas, el agua y el pan, sabe cumplir con este nuevo deber, por eso podemos decir que juega el papel de Salvadora de la Orden, en espera de que crezcan y maduren las nuevas generaciones que han de aliviarla de ese gran peso y levar a cabo la tarea comenzada por ella, con más fuerzas, nuevas alegrías, nuevos ritmos, y hacia nuevos lares porque las nuevas Acacias son también mujeres cubanas con proyecciones universales.

Tercer Tiempo.
Y son tiempos en que entra a jugar su papel, una nueva Acacia, que con su espíritu renovador, el puntero en la mano, una sonrisa en los labios y la alegría que la caracteriza, va buscando, persiguiendo, rescatando los viejos valores humanos perdidos en tiempos de tormenta, para sembrarlos en los corazones de los jóvenes y guiarlos para hacer de ellos, hombres y mujeres del futuro, con principios tan sólidos como las columnas del templo.
Y son tiempos, en que la sociedad está desgraciadamente infectada de plagas, de vicios, de injusticia y deshumanización, dentro de un contexto de carestía y vicisitudes. Y de ahí, que tiene que surgir una mujer con fuerza moral y espiritual suficientes para enfrentar esas plagas, con conocimientos suficientes para combatirlas, y con un corazón lleno de ese amor, capaz de convertirse en valentía para enfrentar esa guerra, por lo que surge esta nueva Acacia.
Esta nueva acacia, que se ueve y tiene que moverse a un ritmo más violento acorde a la sociedad en que vive. Que cambia la máquina de escribir por la computadora, el escalpelo por el rayo lasser y que comienza a adentrarse en todo lo que durante muchos años había sido desconocido y oscuro para ella. Que se sumerge en la vorágine del mundo moderno, para salir de ella con la copa de la victoria en mano. Que nada le es ajeno, que tiene criterio y participación en todas las esferas de este mundo social donde haya algo humanamente útil que hacer, sin olvidar el rinconcito donde mora con los suyos: su hogar, su principal objeto de amor y sacrificio.
Esa. Esa es una Acacia.
Si e s una cubana que continúa brindado amor desinteresadamente a su pareja, que prefiere la carencia material a la abundancia obtenida mediante la corrupción, que no vende sus principios, que juega y debe jugar un papel ejemplarizante en todos los momentos de su vida, aun cuando se esté divirtiendo al ritmo de una salsa. Esa. Esa es una Acacia.
Una cubana que practique su tríptico de Paz, Amor y Caridad en cualquier circunstancia que se halle. Que pueda desempeñar cualquier función a la par de cualquier profano o Masón. Que se desprenda de su egoísmo y ambiciones personales para sostener verdaderas relaciones fraternales con los demás, en su centro de trabajo, de estudio o en el hogar. Esa. Esa es una Acacia.
Una cubana que educándose a si misma, instruyéndose y llenando su mente de pensamientos altruistas, que pueda eliminar las ajas pasiones y la mezquindad que se alberguen en los corazones de los superficiales y de los ignorantes. Esa. Esa es una Acacia.
Una cubana incapaz de deducir, ni razonar, que no estudie, ni evolucione intelectualmente, que contribuya al estancamiento espiritual y demore el progreso. Esa. Esa no es una Acacia.
Una cubana renovadora de ideas, que rinde culto al honor y a la verdad, que disipa la ignorancia, combate el vicio e impone amor a la humanidad. Esa. Esa es una Acacia.
Una cubana que tenga que ser reconocida por el masón como el masón de la Leyenda reconoce a su Acacia, y no a la sombra de este, si no a su lado, como le corresponde estar.
Una acacia es, y de e ser una mujer cubana que pueda representar su Orden y su país en cualquier lugar del mundo.
Una mujer, que para un hombre sea: digna de respeto; para un niño: una maestra; para un anciano: la seguridad; para una mujer: una hermana. Porque una Acacia es una mujer cubana con proyecciones universales.
Cuarto Tiempo.
Y serán tiempos que sin diferencias ni prejuicios, sin prepotencia ni orgullo, vuelen juntos Masón y Acacia, hacia un mismo objetivo, como las dos alas de una misma paloma blanca, regando la simiente de la paz, condenando la guerra, guiando la juventud, defendiendo la Patria y amando el hogar.
Será esta una Acacia liberada de prejuicios, de pensar elevado, y de amor profundo que sabrá derramar sobre la humanidad.
Será una acacia prometedora de bello futuro, premiada de altos valores que hagan que el Masón no pueda decidir por sí solo sin antes consultar con su sabia compañera.
Será una Acacia comprometida a alcanzar y lograr los ideales de la Masonería Universal.
No importa cual sea su baile. No importa que ropa vista. Su valentía mezclada con su perfume, la harán capaz de lograr sus metas, porque una Acacia es una cubana con proyección universal.
Conclusiones.
Cuando Dios creó al hombre, no satisfecho con su obra, tomó una de sus costillas y formó el cuerpo de la primera mujer. Desde entonces, la mujer ha sido el complemento del hombre.
Pero la nueva acacia, la universal, no se conforma con ser complemento, aspira a ser parte equitativa del verbo, de la acción de la vida masónica.
La Acacia, haya sido Luchadora por la Libertad, Fundadora, Renovadora de la Orden, Prometedor de un futuro Masónico, al cumplir con su tríptico de fe, Paz Amor y Caridad, ha puesto en práctica los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad, sin fronteras de tiempo ni espacio, por eso, reitero, es y debe ser una cubana con proyección universal

Tuesday 7 June 2011

19 de Mayo


                     



             ACADEMIA CUBANA DE ALTOS ESTUDIOS ACACISTAS
                                  “LEONOR VALDES BARRABI”


                             Tema:       19 de Mayo.
                            Ponente:   Madalina Cobián Gonzalez.
                                             Pre- Académica
                                             Benemérita Logia No. 1 Hijas de la Acacia.
                                    
                                                  19   de   MAYO

     El 19 de Mayo es una fecha doblemente histórica y triste para los cubanos.
     En 1895 cae Martí en Dos Rios, luchando por la Independencia de su Patria, pero sin subestimar ese suceso, y no porque sea menos o más importante, sino por el grado de desconocimiento  de éste quiero referirme a otro hecho que aconteciera en esta misma fecha en 1850.
     Ese día ondearía por primera vez en nuestra tierra,  para enseguida empaparse en la sangre de los valientes que la izaron, nuestra enseña nacional con la estrella solitaria.
     Desembarcó en Cárdenas el vapor Creole conseiscientos diez hombres en son de guerra, comandados por Narciso López   Los expedicionarios, de los cuales, sólo seis eran cubanos, eran norteamericanos de la región de Kentucky.
    La bandera desplegada por Narciso López estaba formada por tres franjas azul turquí horizontales,  separadas por dos blancas, con un triángulo rojo cuya base descansaba en el asta, teniendo en su centro, una estrella solitaria, blanca.  Más tarde se sabría que fue confeccionada  acorde los principios Masónicos por las cubana de Nueva Orleans, quienen la regalaron al movimiento expedicionario.  Iba enarbolada ante el desfile invasor.    Los escasos corazones  cubanos que a partir de ese momento comenzaron a latir con amor Patrio,  sólo tenían ojos para ver  en la bandera, el símbolo de la Nación Cubana, la liberación de cuba y del esclavo.
      La expedición tuvo triunfos bélicos, pero como la población no estaba preparada para el combate, huyó al campo, por lo que López,  al no tener apoyo, abandonó Cárdenas a las cuatro de la tarde de ese mismo día. 
      De regreso al Norte, la nave embarrancó en  Cayo Piedra,  y los expedicionarios tuvieron que arrojar las armas al mar lo que facilitó su captura.  Los invasores fueron hechos prisioneros por los españoles.  Fueron masacrados y descuartizados y sus cadáveres expuestos  en la acera derecha de la calle Real.  Los españoles se disputaban los pequeños trozos de sus cuerpos y partes vergonzosas, las que exhibían en frascos con alcohol, como testimonio de la venganza ejercida sobre ellos.
     Narciso López fue apresado y ejecutado posteriormente.
     Los pocos cubanos que tuvieron valor de quedarse en la ciudad, presenciaron estas escenas  y entre ellos, algunos que ya habían comenzado a admirar la bandera, elevaron sus ojos buscando el lugar donde debía ondear, pero no la hallaron.    El amor recién nacido por ésta y el dolor  de verla humillada y ensangrentada en el suelo, hizo que éstos hijos de Cárdenas, se decidieran y comenzaran a actuar por la Independencia de Cuba. 
      Este 19 de Mayo,  cuando conmemoramos el  aniversario del primer ondeamiento de la bandera ennuestar tierra,  pudieramos decir que conmemoramos su bautizo de sangre.  Sangre cubana de valientes que volvería a derramarse otro 19 de Mayo de 1985, con la caída del Apóstol.