Thursday 29 December 2011

Confesión de una delincuente.

          A    Q U I E N   P U E D A  I N T E R E S A R

                Confesión de una delicuente.
     Confieso que soy una delincuente:
-        POR CUANTO cometo el delito de querer comer.  De querer comer lo que mi organismo necesita.  De querer comer carne de res para poder sustituir la proteína que el azúcar se come en la sangre y nos convierte en diabéticos.

-        POR CUANTO cometo el delito de querer comer frutas y vegetales para aspirar a mejor calidad de vida y prolongar un poquito más la vida de micuerpo, que a este ritmo terminará por deteriorarse más rápido que el presunto promedio de vida de mi país. Por lo que siempre que puedo, que no es muy a menudo, compro la carne de res en bolsa negra que es siempre más barata que la de la shopping, y compro a revendedores los productos cuyo origen desconozco, ni quiero conocer, pero que se poseen calidad.

-       POR CUANTO cometo el delito de comprar el yogourt a veinticinco pesos el pepino, más barato que en la shopping, la leche en polvo a treinta pesos la libra, los huevos a uno cincuenta cada uno, el aceite a treinta la libra y todo lo que nutra al ser humano al precio que el mercado negro ofrece, que es siempre menor que el precio estatal.

-       POR CUANTO como para poder pagar esos precios, y como mi chequera no me alcanza porque encima de que es corta, de ella me descuentan el refrigerador y el televisor, realizo actividades ilícitas como son las de impartir clases particulares sin pagar licencia al Estado.

-       POR CUANTO: no voy al cine, ni a discoteca, ni me visto a la moda, ni fumo, ni bebo, ni tomo café,  porque no me puedo costear esos gustos, ni realizo el sexo desde hace mucho tiempo por temor a contraer enfermedades y a tener que comprar medicinas para curarlas con el dinero que tengo para comer.

-       POR TANTO, como soy esclava de ese vicio que es el delito de querer comer, confieso que soy una delincuente y que mientras viva lo seguiré siendo.
                                                             Una cubana.
  

Thursday 29 September 2011

Lo que quedó por decir

Lo que quedó por decir.
Madalina Cobián.
Tomado del cuaderno de cuentos “Erizos y espinas”.
 Como no me alcanzó el tiempo para decirte todo lo que pensaba cuando rompimos esta relación, te estoy escribiendo, pues todo en la  vida merece una explicación.
  Siempre te dije que era preferible una buena amistad a una mala aventura amorosa, pero tú insististe en continuar hasta lograrla. ¿Por qué seguiste estimulando algo si pensabas que lo que iba a nacer ya estaba muerto? ¿Por qué dejaste que tu líbido dominara tu razón?  Hoy no tenemos lo primero y perdimos lo segundo. 
 ¿Te habías trazado alguna meta?  Si fue así, en realidad,  fue una meta pobre y corta, pues no tuviste tiempo de disfrutar lo que  podrían haberte deparado las circunstancias que tu mismo creaste.
¿Era pura curiosidad erótica? ¿Era algun reto machista que te propusiste al convencerme de unir nuestras vidas aunque fuera por momentos de placer?  Si fue así, fue una actitud poco digna para conmigo.
¿Acaso no encontraste lo que esperabas?  Si no lo encontraste fue porque no lo buscaste. Porque no diste tiempo a que las cosas cayeran por su propio peso.  Porque las cosas del espíritu satisfacen tanto o más que las materiales, a no ser que se carezca de espiritualidad.  Lo que hay que saber es estimularla para poder disfrutar de sus placeres.
 Opino que fue un oportunismo de tu parte aprovechar el momento que te facilité con mi ira por tu ausencia cuando más te necesitaba, para realizar un desprendimiento  inesperado y justificado.   Esa actitud la entiendo en determinadas circunstancias de la vida social, pero nunca en la vida sentimental.   Me parece más bien una actitud taimada, vengativa. 
¿O acaso una actitud facilista para huir antes de que la situación agravara y se tornara peligrosa?   El hecho de que te negaras a dar una explicación indica que sencillamente no tuviste argumento que explicar.
 Me acusas de ser muy dificil.  Yo te lo había advertido y no me creíste.  No lo finjo, lo soy. Pero soy extremadamente vulnerable al cariño y la delicadeza; herramientas capaces de abrir la compuerta bloqueada de mi manantial de ternura; herramientas que nunca supiste usar.  ¿Que no me acepto a mi misma?  Yo si me acepto a mí misma. Los que no me aceptan son los demás.
¿Qué no analizo los hechos como prueba de tus sentimientos? ¿Hechos? ¿Te refieres a la ayuda material? Si, los reconozco, pero lo material se deteriora, se esfuma; sin embargo los gestos quedan imborrables en la memoria y en el corazón. Te equivocaste si pensaste que yo era de las mujeres que buscan una pareja para solventar su  situación material, pues yo siempre he solventado la mía.  Mi mundo espiritual es mucho más grande que mi mundo material y es el primero el que necesito llenar.  Yo nunca te pedí ayuda.  Sólo te pedí que no me hicieras sufrir.
 Si el enfermo hubieras sido tu, yo me hubiera arriesgado y hubiera hecho lo indecible  por estar a tu lado.  Pero parece que el riesgo no está dentro de los parametros que rigen tu vida.  Entonces, eres muy conservador.  Y los conservadores no tienen  mi admiración.
La miseria, el dolor, la enfermedad  y la pobreza se sienten menos y se enfrentan valerosamente cuando se escuchan palabras de consuelo y apoyo. Pero cuando no, la soledad deprime hasta aniquilar, hace perder la esperanzas, hace surgir pasiones inesperadas y a veces hasta violentas.  Yo nunca te pedí ayuda.  Sólo te pedí que no me hicieras sufrir.
.  Muchas gracias por tus consejos, enseñanzas, atenciones, cuidados y preocupaciones.
  En cuanto a nuestra  no realización como pareja, no te preocupes.  Me di cuenta de que yo no te gustaba lo suficiente.  No obstante yo siempre recordaré los mejores momentos de nuestra amistad.

Thursday 15 September 2011

A mis lectores, sobretodo, a mis lectoras.

A mis lectores, sobre todo, lectoras.
Queridos amigos.



Si ya leyeron mi presentación y han leído algunos de mis artículos, me imagino que ya me conocen. Y teniendo en cuenta el objetivo y el nombre de mi blog: enelatardecerdetuvida y están Uds en igualdad de condiciones, me imagino que puedan entenderme y aconsejarme en cuanto a lo que les voy a contar.
Tengo 68 años y desde hace 22 años estoy separada de mi esposo y no por mojigatería, precísamente, me he mantenido sola durante tanto tiempo, sino porque me había prometido a mi misma no permitir que nadie más hiriera mis sentimientos. Había pensado dedicar mi vida, y lo hice, a cosas que no tuvieran que ver en lo absoluto con el tener una pareja: la institución fraternal y escribir.
Sin embargo ha surgido en mi vida un hombre que ha empezado a alterar mi ritmo de vida con sus proposiciones amorosas. Tiene casi 70 años. Está bien conservado e intelectualmente satisface mis necesidades. Es paciente y comprensivo con mi forma de ser y parece aceptarme tal como soy. Y cree que pudiéramos dar algo a la vida desde el punto de vida intelectual.
Eso es lo positivo. Ahora viene lo negativo.
Está casado con una mujer mucho más joven que yo y que el mismo, por lo que no me puede dedicar todo el tiempo que pudiera pedirle y tiene achaques de vejez, como los tengo yo.
Estas dos últimas cosas no me preocupan mucho, pues no tengo intenciones de atar mi vida a nadie. Opino que el deba permanecer con la mujer al lado de la cual envejeció, aunque esta sea más joven y menos fea que yo; lo cual es una ventaja, pues si es más joven, puede cuidar de sus achaques, ya que yo no aspiro a que el cuide de los míos y si es posible ni siquiera mostrárselos y si es más bonita, mucho mejor, pues nunca va a sentir celos de mí. Pero no es menos cierto que una situación así me va a hacer sentir algo sucia e incómoda, pues soy egoísta y orgullosa y quizá hasta pudiera poner en riego mis deseos de escribir y continuar con mi vida fraternal.
En resumen, que estoy pidiendo consejo par tener una aventura.
¿Creen que se pueda tener o se deba tener una aventura otoñal riesgosa? ¿Qué consecuencias negativas pudiera traer una aventura así? ¿Cuáles positivas?
Yo quisiera escuchar sus opiniones. Me interesan las opiniones de muchas personas para tomar lo mejor de ellas y crear mi propio criterio a seguir.
Amigos, les prometo que si me dan sus opiniones las voy a esacuchar y luego les voy a dar respuesta de la decisión que haya tomado en este blog.

Thursday 11 August 2011

Te esperaré siempre

Te esperaré siempre.
Madalina Cobián.
Tomado del cuaderno de cuentos “Erizos y espinas”
Corrían los años 90s. Tiempos del “período especial” en Cuba. La emigración ilegal en el país se había incrementado desde la odisea de los “balseros” en Julio 1994. El tráfico ilegal de personas había crecido tanto, que era normal, la desaparicion de ciudadanos, lo mismo jóvenes que viejos e incluso de niños. Como “a río revuelto, ganancia pa´ pescadores”, y el pánico se había apoderado de un gran porciento de la población, esta nueva situación estaba siendo utilizada por los aprovechados que sacan partido a la necesidad de los pobres y los desesperados, de los que se arriesgan porque no tienen nada que perder, salvo la vida, o aquellos que se la juegan “todo por el todo”.
En aquellos días se corría la bola de que barcos con banderas francesas, otros con bandera canadienses, se acercaban todas las tardes a las costas de las playas del Este, Guanabo y Santa María. Allí fondeaban y esperaban que las personas nadaran hacia ellos que los recogían en gran número y al anochecer partían hacia su país de origen. Esto estuvo sucediendo durante alrededor de dos meses, hasta que un día desaparecieron dichos barcos y en su lugar, comenzaron a aparecer restos humanos, cuerpos mutilados por los peces y muchos con huellas de bisturí en torax y abdomen. Nunca se ha dado información oficial al respecto, por lo que esta información ha estado expuesta la especulación de la fértil imaginación de las personas.
Con la ampliación de su foto en la cartera, Alma había recorrido todos los hospitales y estaciones de policias de Cuba, desde la Punta de Maisí hasta el Cabo de San Antonio infructíferamente. Le quedaba una sola opción, que a pesar de sus convicciones materialistas, que dicho sea de paso, eran menos fuerte que su amor de madre, se decidió a visitar iglesias, centros espirituales, babbalows, paleros, y todo aquello que abarcara la esfera mística y espiritual del hombre, en busca de algo a lo que no se resignaba a dar por perdido: su hijo.
Ya hacía más de veinticinco años que compartía la vida con Luis Enrique. Vida de sacrificios, trabajo, estudio, vicisitudes, como las que pasan todos los cubanos honestos. Ella era una Licenciada en Educación, casi al borde del retiro y el, a fuerza de sacrificio, pues la limitación de una de sus piernas, por causa de la polio sufrida cuando niño, le hacía hecho sufrir grandes dolores y usar una bota ortopédica para facilitar su andar, había llegado a alcanzar el grado de Doctor en Ciencias Pedagógicas y era profesar de la Universidad de Matanzas. Alma y Luis Enrique que formaban una pareja de negros intelectuales habían formado una familia bonita donde reinaba el amor por la familia y por el intelecto. Eran un ejemplo de la familia cubana a la que la sociedad del momento aspiraba. Cuatro hijos; una hembra y tres varones, de los cuales el más pequeño de diez años, era el motivo del sufrimiento de ambos.
Por motivo de que la familia había crecido mucho, el apartamento de dos habitaciones se les había hecho pequeño por tanto decidieron permutar para una casa más grande.
La permuta, en Cuba es la única forma de cambiar la casa que tiene la población cubana. Consiste en un cambio de casa entre las familias que establecen normas y reglas para el cambio entre ellas, acorde al valor, ubicación tamaño y condiciones de las viviendas.
Por ese apartamento en Cárdenas, Alma consiguió una casa de madera independiente, con cuatro habitaciones. Había perdido en calidad de la vivienda, pero había ganado espacio, y como todos los cubanos que no han perdido la capacidad de soñar con lo imposible, tenía la esperanza de, con el tiempo y suerte, poder arreglar y mejorar las condiciones de la casa. La casa estaba geográficamente bien ubicada. Cerca de los centros de estudio de los hijos, y asequible a las vías de transporte de ambos padres. Luis Enrique para la Universidad de Matanzas y ella para la escuela de idiomas de Varadero, donde impartía clases de inglés.
Corría el mes de Julio de 1995. Los alumnos de las escuelas primarias y secundarias ya estaban de vacaciones, pero las madres que no gozaban de ese derecho todavía, tenían que llevar a sus hijos a su centro de trabajo hasta poder salir de vacaciones o coger licencia sin sueldo hasta el comienzo del nuevo curso escolar en Septiembre. Alma era una de esas madres a quienes no les gustaba dejar sus hijos solos en casa. Cuatro muchachos solos eran un peligro. Podían irse a la calle y esta estaba llena de violencia y corrupción. Además, estábamos en “período especial”. Escaseaba la comida y una de las formas de estirar la comida para que alcanzara en vacaciones era la de llevar los niños al trabajo, pagar la comida allí, si había comedor, o comprarles una pizza en algúna pizzería cercana.
El caso de Alma era este último. La playa de Varadeo, en la Península de Guanacavives, es una franja de terreno estrecho rodeada de agua por ambos lados, por lo tanto es fácil llegar de una orilla a otra del mar. La escuela de idiomas se encontraba en una de las pocas calles que forman la vía de comunicación de esta franja de arena. A cada lado de la ancha calle se encontran los establecimientos. La pizzería estaba frente a la mencionada escuela. Ella había llevado a su trabajo a Julito, de diez años y a Juan Enrique de doce. A eso de las doce menos cuarto, indicó a los muchachos que fueran a la pizzería a marcar en la cola para cuando abrieran a las doce y siguió trabajando hasta esa hora. Vencido ese horario, cruzó la calle y encontró a Juan Enrique sentado en un banco mirando el mar.
Al preguntarle donde estaba su hermano Julito, el niño contestó que había estado todo el tiempo sentado a su lado y no lo había visto cuando se ausentó. La búsqueda comenzó desde ese momento contando con vecinos, policías, bomberos, buzos, culminando vencidas las siguientes setenta y dos horas sin respuesta alguna, sin hallar una huella del desaparecido. Culminó para todos, pero comenzó entonces para Alma.
Se dirigió a todas las autoridades políticas y gubernamentales locales, provinciales y envió cartas a todas las instituciones nacionales contando sobre la desaparición de su hijo, pero todo lo que obtuvio por respuesta donde quiera que fue, fue:
- Lo sentimos. No podemos hacer nada.
Por tanto, llegado Septiembre, solicitó su jubilación en su centro de trabajo e inició una cruzada por Cuba con la foto de su hijo Julito, preguntando y mostrandola a cuanta entidad policial o de salud hallara a su paso en su recorrido por las provincias.
Cinco meses después de iniciado su viaje, regresó a casa, precisamente en el mes de Febrero, mes en el que Julito cumpliera sus once años. Y a partir de esa fecha, tal como ella estableció como norma en su familia, que no se atrevió a contradecirla, todos los 14 de Febrero se haría una cena familiar y se picaría el cake para festejar el cumpleaños de Ariel.
Culminada la celebración. Alma comenzaba su peregrinar por provincias buscando en las instituciones que no habá alcanzado visitar la vez anterior y sumando ahora los centros espirituales y de oscurantismos donde pudieran darle alguna razón sobre su hijo. Su peregrinar se ha prolongado por varios años siempre infructuosamente, pero ella aún no desisitido.
En una oportunidad, sentada en el portal de su casa, presenció las manifestaciones políticas realizadas por el pueblo por el secuentro del niño Elián González, también de Cárdenas; niño hallado flotando en las aguas después del naufragio de la embarcación en que viajaba con su madre en una salida ilegal del país y llevado a la ciudad de Miami; niño por cuya recuperación se desplegaron todas la fuerzas activas del país, se movilizaron personalidades y se emplearon todos los recursos necesarios para su rescate que se logró satisfactoriamente.
Pensando que este bullicio y la semejanza de la situación que se estaba dando en la ciudad tan semejante a la suya, la podría afectar, su esposo le propuso permutar la casa de ahí para otro sitio qe no le trajera tantos recuerdos. A lo que ella contestó:
- No. Esta casa permanecerá siempre donde y tal como el la dejó, para que no se pierda al regresar y la encuentre fácilmente.

Dolor en la piel

Dolor en la piel.

  Mi amiguita Cristina era todo un ejemplar de belleza negra.  Parecía la estatua de una diosa mitológica labrada en ébano.  Su educación, su cultura, pues llegóa a poseer tres títulos universitarios en tres idiomas distintos, la belleza de su rostro y su gracia y elegancia al andar, hacían despertar  a su paso bellos comentarios sobre su persona, aunque a veces no dejaba de haber alguno carente de ética como:

-          ¡“Que clase de blanca se tostó en el horno”!
 
 Manifestaciones como estas había llegado a crear en ella cierto malestar bien justificado, por lo que ella, con los ojos cerrados, abrazó la causa social que profesaba la igualdad de derechos y la no discriminación racial y por tanto por todos sus méritos, ganó una beca en la Unión soviética.

 Recién graduada en ese país de Master en Arts, la ubicaron en mi departamento bajo mi supervisión para su servicio social como profesora de  Idioma Ruso.  Mis conocimientos de este idioma hicieron que pronto pudieramos comunicarnos en ambas lenguas y dimos comienzo a una bella amistad a pesar de la diferencia de edades.  Ella podía ser mi hija y era mi tarea encaminarla en el munto de la docencia.
  Como poseía pocos alumnos y gozaba de mucho tiempo libre durante la jornada laboral, le sugerí que matriculara la Licenciatura en Español, ya que ella era joven, le sobraba tiempo y además no hay forma de estudiar más cómoda que hacerlo que  en el mismo centro de trabajo y durante el horario de trabajo, si nada se lo impedía, y así ampliaba su cultura.
  Así lo hizo, por lo que pudieramos decir que nuestra amistad nació en Ruso, continuó en Español y más tarde prosiguió en Inglés. Dado a tantas razones para la comunicación esa amistad se fortaleció y pude conocer muchos detalles de su corta vida. Y he aquí algunas de las experiencias que me contó:
 Estando estudiando en la Unión Soviética conoció a un muchacho checo del cual se enamoró. Su nombre era Pavel.  Chico alto, rubio y fornido que estudiaba deportes.
  Cuando ya estaban terminando la carrera y habían decidido casarse, Pavel la invitóa a pasarse un fin de semana en casa de sus padres para presentarla a su familia.  Ella muy entusiasmada aceptó.  Se sentía satisfecha de vivir en la sociedad que le tocó y daba gracias al sistema por haberla ayudado a realizarse como persona.
  Pavel vivía en un pueblito muy apartado que no podría llamarse ciudad, pero pintoresco y típico como una escena de película, pero se notaba que en el existía muy poca influencia extranjera, que jamás era visitado por extranjeros de ningún tipo y que jamás habían visto un cubano.
  La familia la recibió amistosamente. Todos elegantemente vestidos. Padre, madre, abuela, hermano, cuñada y un pequeño de tres años.  Todos parecían psicológicamente preparados para recibir la visita, salvo el niño, que al parecer, por ser niño, no asímiló la preparación del todo y quizá no había logrado asociar las palabras de previamente escuchadas con la imagen a ver en el momento dado, pues cuando Cristina se acercó a darle un beso, se retiró llorando hacia los brazos de su madre.
Cristina sintió una gran sensación de frustración, pero la madre del niño acudió en su auxilio cuando se dirigió este dicíéndole dulcemente:
-          “No te asustes, nené.  Es una linda muñeca de Chocolate. Ven para que la beses.”
  Al sonido de la palabra “chocolate”, el niño reaccionó.  Primero estiró la mano con cierto temor y al ver que no sucedía nada, la tocó. Ya, más lleno de confianza y a insistencia de la madre, se dejó besar.  Pero a partir de ahí ya nadie le pudo quitar a Cristina el nombre de “la muñequita de chocolate” y cuando salieron a la calle, la reacción de las personas fue la misma que la del niño.  Todos querían olerla y tocarla y terminó ganándose la simpatía de los vecinos y amistades de la familia que la veían como una nueva y graciosa adquisición.
 Llegado el domingo, hora de partir, Cristina debería  adelantarse pues tenia la última prueba de su carrera el lunes por la mañana. Pavel tuvo que quedarse unos días más por motivo de tener que arreglar sus documentos para un próximo viaje a Cuba con motivo de su matrimonio con Cristina,  ya que así lo exigían las leyes migratorias de los países socialistas.  Con visa de casado o de “fiancee” era posible y fácil viajar a los países capitalistas desde el Gigante Rojo. Ella, tan pronto recibiera su diploma de graduada, viajaría a Cuba con su traje y ajuar de boda comprado en Moscú con el fin de preparar las condiciones para su casamiento que se celebraría en unos días a la llegada de Pavel.
 Como siempre que viajaba, volvió a tener la suerte de encontrar asiento junto a una ventanilla sin que nadie la molestara a su lado.  Los pasajeros pasaban por su lado y aunque vieran el asiento vacío contiuaban hacia otro vagón.  Esto fue algo que agradó a Cristina acostumbrada a la viscicitudes de tranporte en su país.  Era una suerte, según pensaba ella, estar en un país donde se podía viajar comodamente sin que nadie te atropellara al subir, al bajar o al sentarse. Se acomodó en su aiento y se durmió por largas horas.
  Ya caída la tarde, el tren hizo una parada por diez minutos en una estación. Antes de que estuvieran listos para partir, una señora entrada en años, alta con vetas canosas en su rubio pelo, subió al tren. Miró hacia ambos lados y vió el asiento al lado de Cristina, después de un “sdrazvuitie” y un “izvinitie” en perfecto ruso, se sentó a su lado.  La señora tenía los ojos y la nariz muy rojos.  Se notaba que había llorado mucho hasta hacía momentos recientes. Cristina la miró y le sonrió levemente y dirigió su mirada hacia afuera del tren.
 Pasado unos minutos comenzó a sentir unos apagados sollozos.  Se volvió hacia la señora y comprobó que continuaba llorando. Como cubana, humana y solidaria, haciendo uso del dominio del idioma, le preguntó:
-          “¿Qué le pasa señora? ¿Se siente mal? ¿La puedo ayudar en algo?
  La señora, al oir que le hablaban en su idioma y de forma tan cariñosa, se sintió aún más sensibilizada y rajó a llorar aún más desconsoladamente.
Cristina se asustó y pidió agua a la ferromoza para darle a la consternada señora, que intentaba decir algo pero cuyas palabras entrecortada por los fuertes suspiros no logran hacerse entender.
  La ferromoza, con  el ceño fruncido, le trajo el agua y se marchó de inmediato.
Cristina acompañando el vaso con tiernas palabras de consuelo, logró que la señora bebiera el agua y se calmara.
 Pasados unos minutos, la señora, con cierta lograda ecuanimidad le dijo:
-          Muchas gracias.  Es Ud. muy amable.  Yo no esperaba otra cosa de Ud, por eso me senté aquí.
-          ¿Si? Bueno – contestó Cristina – Ud. dirá en que puedo servirla.
-          Bueno, no tanto como servirme, pero… quizá si, quizá me sirva para desahogarme.  ¿Me podrá Ud. escuchar?
-          Por supuesto.  La escucho.- contestó Cristina- presta a escuchar el sufrimiento de la mujer y dispuesta a darle el consuelo que se merecía un alma apenada al punto de abordar a una desconocida en un tren para desahogar su dolor.
-          Yo soy de un pueblito bastante alejado de Leningrado, donde vivía con mis padres y hermanos. Siendo muy joven me fui a estudiar medicina a la Universidad.   Allí conocí un muchacho de origen africano que cursaba el último año de la carrera.  Ya casi se recibía de médico.  Nos enamoramos y vivimos un bello romance. Cuando ya casi terminaba la carrera, descubrí que estaba embarazada. Al comunicárselo  me  propuso mandar a buscar a mis padres  ponerlos al tanto de la situación para que consintieran en el matrimonio y llevarme a vivir con el a Africa. Asi lo hicimos.  Cuando llegaron mis padres y conocieron a mi novio, se insultaron y se negaron a permitir que me casara con un negro.  Acto seguido mis padres, casi me arrastararon y me llevaron de vuelta a casa.  Al llegar a casa y conocerse la noticia, mi familia y mis amigos me rechazaron.  Mucha gente me escupió la cara.  Me encerré en casa hasta parir mi hijo.  Cuando este nació.  Pasé un curso de entrenamiento de enfermera y comencé a trabajr en un hospital.  Aunque mi hijo era tan blanco como yo, la gente nunca olvidó que yo había tenido relaciones con un negro, por tanto nunca más hombre alguno se me acercó.  Fue como si mi cuerpo se hubiera quedado impregnado de un  olor repugnante que me era imposible borrar.  Para todos yo inspiraba asco.
Del padre de mi hijo nunca volví a saber. Deduzco que al terminar su carrera regresó a su país Y como yo era joven y con deseos de rehacer mi vida, me fui del pueblo a otro lugar donde nadie me conocía ni supiera el origen de mi hijo.  Allí me encontré al que luego fue mi esposo y tuve una niña tan rubia y blanca como el mayor.  Mis hijos crecieron como hermanos sin que jamás nadie supiera de mi pasado.
Per los tiempos pasan.  Mis hijos se hicieron hombres y mujer y cada uno hizo su propia familia. Precisamente por eso ahora viajo hacia donde mi hijo.  El ha tenido un terrible disgusto con su esposa y se quiere divorciar.  Le ha pegado a la pobrecita, acusándola de adulterio porque ha parido un hijo negro.  Ahora, ¿Cómo yo le explico a mi hijo que la sangre negra que lleva el niño es la de suya, porque fui yo la que se acostó con un negro cuando era joven? ¿Hasta cuando debo pagar por haber cometido lo que todos consideran un abominable crimen?
Cristina se quedó en una pieza. Apartó la mirada de la mujer que seguía suspirando entrecortadamente y reclinó su cabeza en el espaldar de su asiento.  No lo podía creer.  No podía ser posible que en ese país pudiera darse semejante situación.  Eso no podía ser verdad de la mujer. Sintió desprecio por ella.  Ella debía ser un elemento aislado de la sociedad, un elemento raccionario e incivilizado de los que todavía quedaban en esos años ochentas.  Decidió no mirarla más durante lo que quedaba de viaje. Así lo hizo.
 Después de establecidas todas las coordinaciones con Pavel, diploma en mano, ajuar en maleta y muchos besos de despedidas acompañando unos simples “hasta luego”, “nos vemos en Cuba en unos días”, “no olvides tu traje negro”, “recuerda llevarme las flores de aquí”, Cristina voló hacia La Habana a esperar su prometido.
Acorde a lo programado, Pavel debería salir de su peblo en una línea checa hasta Praga.  Dormiría en Praga en un hotel y por la mañana tomaría la línea internacional Praga-Frankfurt – Madrid- Habana.  Aquí estaría Cristina en el aeropuerto con un cartel con su nombre para llamar su atención.
  Según lo acordado, Pavel telefoneó a Cristina  momentos antes de su salida hacia Praga.  Una vez en Praga la llamó momentos antes de su salida para Frankfurt.  Pero a partir de ahí no tuvo más noticias.  Cristina pensó que debido a lo largo del viaje le hubiera sido imposible llamar y esperó a la hora convenida en el aeropuerto de La Habana.  Pero no llegó.  Temiendo que algo malo pudiera haberle pasado se dirigió a la oficina de tráfico de vuelos y pidió información:
-          El vuelo se había llevado a cabo normamente sin ninguna interrupcion.
 Se dirigió a miembros de la tripulación con una foto de Pavel para preguntar por él:
-          Ese pasajero se bajó en Frankfurt y no volvió a abordar el avión. Es posible que como otros esté del lado allá del Muro de Berlín. 
Cristina volvió a su casa silente. Tardó varios días en comentarles a sus padres sobre lo sucedido.  Encerrada en su cuarto hizo un recuento y análisis de pasados detalles que no había querido tener en cuenta durante mucho tiempo.
  Recordó la frase “Muñequita de chocolate”, el viaje sola en el tren al lado de un asiento vacío, la mirada de la ferromosa y la historia de la mujer del tren. ¿Cómo pudo ser posible que no se hubiera dado cuenta? ¿Cómo era posible que en el país de la perfección se pudiera dar semejante situación? ¿Cómo era posible que en su propio país se practicaran patrones de conducta tomados de ejemplos de aquella nación tan poderosa?
De pie, frente al espejo, podía ver detrás de ella su traje de novia colgado en un perchero esperando el momento de ser usado, mientras acariciaba  su rostro y brazos tratando de aliviar el dolor que le producía su piel.


Monday 11 July 2011

Acacias celebran Día de los Padres.


LOGIA FEMENINA HOMENAJEA A LOS PADRES
Gustavo Pardo Valdés
El domingo 12 de junio, la logia “Hijas de la Acacia No. 1”, de Centro Habana; realizó una actividad ambientalista, para conmemorar “Dia de los Padres”. La propulsora de la actividad, Lic. Alicia Calvo, Gentil Mentora de la logia, a sus de 73 años de edad es una mujer llena de ideas y proyectos, característica por la cual sus hermanas la consideran “fuente de inspiración” para las 128 afiliadas a esta sociedad.
En el evento, participaron numerosas acacias acompañadas; por sus familiares, hicieron un recorrido por diversas áreas en donde los excursionistas pudieron interactuarar con la naturaleza. Las acacias participantes en el recorrido, como es su costumbre en ellas; habían preparado rodajas de pan, jugos naturales y refresco, que fueron consumidos en un merendero natural; amenizado del canto de las aves y ambientado por el aroma de las plantas existentes en el sitio.

Al comenzar el acto, los presentes pidieron a la Sra. Calvo que dijera algunas palabras alegóricas a la actividad; Alicia explicó a los presentes “la Benemérita Logia #1”, es una institución femenina, para masónica, filantrópica y no gubernamental; la cual tiene instituido en su Reglamento, efectuar una actividad didáctico-recreativa, en la fecha más cercana al tercer domingo de junio, para conmemorar “El Dia de los Padres”. Señalando a continuación, “que dicha actividad debe de hallarse destinada a resaltar la por la unión entre los humanos con la Madre Naturaleza”. Por su parte, la ex Tesorera de la logia, Laura Castillo Fernández, resaltó los valores de la familia, y del amor a los mayores.
La Logia #1 es reconocida con el título de “Benemérita”, por ser la primera de las asociaciones acacistas surgidas en la Isla. Fundada en 1937 bajo los auspicios de la Masonería, esta sociedad fue el punto de partida de un movimiento femenino fraternal, que se extendió rápidamente por el país. Sus integrantes realizaron un trabajo social significativo, pudiendo mencionarse su contribución en aspectos tales como la educación, la cultura y la salud pública. Antes de 1959, llegaron a existir en Cuba 87 de estas asociaciones y 3 en América Central.
A partir del año 2010, la Lic. Alicia Calvo ha dirigido esta logia; realizando una persistente labor por preservar los valores del movimiento Acacista en general, y la unidad entre los miembros de su logia en particular; lo cual le ha ganado el reconocimiento de sus hermanas; quienes en diciembre de 2010 la reeligieron para un segundo periodo.

Thursday 9 June 2011

La labor educativa de la Masonería y el Acacismo cubanos; siglos XIX y XX.

ACADEMIA CUBANA DE ALTOS ESTUDIOS ACACISTAS
¨Leonor Valdés Barrabí¨
Tema:


Ensayo sobre la Labor Educativa de la Masonería y el Acacismo Cubanos.
Siglos XIX y XX.
Ponente: Académica de Número: Madalina Cobián González.

Logia N0.1 ¨Hijas de la Acacia¨
Objetivos Generales:
1.- Iniciar una investigación sobre un tema sobre el cual se ha hablado poco, y en el que no he podido profundizar mucho más por falta de documentación y por la ausencia de muchos de los personajes que los protagonizaron, pero que por su importancia, es meritorio de ser continuado por aquellos más conocedores de éste.
2.- Dar a conocer a las miembros de la Orden ¨Hijas de la Acacia¨, la trayectoria del papel educador de la Masonería Cubana durante los siglos XIX y XX, con el fin de despertar en estas, el interés por la labor educativa comenzada por éstos y en las que se destacaran muchas Acacias, que por su tenacidad y abnegación, constituyen un ejemplo a seguir por nuestras actuales miembros.
INTRODUCCION.
Según Bertrand Russell:
“Las cosas más deseadas por los hombres, son el poder y la admiración. El ignorante suele, en general, adquirir cualquiera de esas cosas por medios brutales, que implican una adquisición por medio de la actividad física. La cultura le da al hombre formas menos peligrosas de poder y medios más estimables para hacerse notar.” Fin de la cita.

Desde los tiempos del Antiguo Egipto, pasando por Europa y llegando hasta nuestra Actual América, la Masonería Universal ha llevado a cabo una labor constructora de hombres y sociedades, dejando a su paso una estela de monumentos arquitectónicos, como son las Pirámides de Egipto, la Catedral de Nuestra Señora de París, por mencionar algunos, que por sí solos hablan del trabajo desarrollado en ellos, la inteligencia para su concepción y la capacidad creadora de los que las construyeron.
Pero el trabajo del masón, como antiguamente se llamaba al constructor, no se limitó a la edificación de monumentos, ni al trabajo sobre la piedra. En la medida en que anheló mejorar la calidad de su obra, salió en busca del conocimiento que le permitiera optimizarla, por lo que tuvo que agruparse con otros masones que perseguían los mismos objetivos. De ahí que, ya aglutinados, comenzaran a surgir los gremios, que a su vez fueron creando las normas de conducta a seguir por sus miembros, teniendo como requisito indispensable para serlo, la adquisición del conocimiento, el cual interactuando entre ellos mismos, los hizo convertirse en personas más austeras, que comenzaban a diferenciarse por sus características intelectuales y su educación, del resto de los hombres de la sociedad. Y es cuando la Masonería se revela como constructora de la sociedad, dejando a su paso una estela de monumentales hombres ejemplos a seguir como Mozart, Goethe, Newton, Washington, Juarez, Céspedes y Martí entre otros. Hombres de altos valores humanos en su conciencia y de gran inquietud por el conocimiento, lo que fundamenta que la Institución esté representada por el Compás y la Escuadra.


DESARROLLO.

La Masonería Universal, en busca de la perfección del hombre por varios siglos, ha creado sus propios instrumentos de trabajo para la formación de éste, acorde a sus ideas y principios: sus escuelas.
Los niveles de ésta han transitado desde la enseñanza elemental hasta la Universitaria, llevando intrínseco dentro de sus disciplinas, los principios de Igualdad, Libertad y Fraternidad.
La Masonería Cubana , siguiendo los postulados de la Masonería Universal, ha desarrollado una ardua tarea por la educación de su país durante los siglos XIX y XX y producto de la cual, vieron la luz grandes personalidades de la Ciencia, el Arte y la Política Cubana de los dos pasados siglos, hombres impregnados de principios morales y de amor patrio, que en muchos casos dieron la vida por la libertad de su país. Demás está mencionar los nombres de los Héroes de la Independencia de Cuba.
Sin atreverme a tocar el tema de las diferencias entre la Iglesia y la Masonería, por ser completamente profana en éste campo, la Historia de la Guerra por la Independencia de España, me ha llevado a la convicción de que la Educación Cubana fue el óptimo caldo de cultivo para que se diera el punto de convergencia de los principios de ambas instituciones, a partir del momento de que el insigne cubano, Maestro de Maestros, y seguidor del reformador Obispo Espada, Padre Felix Varela, desde su Cátedra de Constitución, a la que él llamara Cátedra de Libertad, en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio, en 1821, expusiera sus criterios de que:
“Constitución, Libertad e Igualdad, son sinónimos, y a éstos repugnan los de esclavitud y desigualdad”. Fin de la Cita.
Y así cumplimentando su labor ejemplar como maestro, combatiendo el escolasticismo clerical de la enseñanza, y sembrando los principios de independencia y de amor a la Patria, a lo que él llamaba Pedagogía Criolla y Educación para el Patriotismo, en el corazón de sus alumnos en gran mayoría masones, contribuye a formar una nueva generación de maestros e intelectuales, que se destacan por engendrar otra nueva ola de maestros de igual pensar, poniendo en práctica lo que en el Siglo XXI fuera recogido por Belisario Carlos Pi Lago en su libro ¨Las Ideas Masónicas y la Fe Católica¨, y en cuyo discurso de presentación, fuera resaltado por el Ex –Gran Maestro, I.H:. Dr. José Manuel Collera: ¨que a pesar de la antiquísima polémica y la intolerancia recíproca, los Masones y Católicos tenemos mucho en común porque adoramos a un mismo Dios, por tanto, los cubanos actuales debemos saldar nuestras diferencias esenciales porque necesitamos de la unión de la Escuadra y el Compás y el Crucifijo¨. Fin de la cita.
Entre los alumnos de Varela se encontraron:
-Nicolás Manuel Escobedo y Rivero. Masón, habanero, abogado brillante y orador conceptuoso. Profesor del Seminario de San Carlos y de la Universidad de La habana. Fundador del Periódico ” El Observador Habanero”, Diputado a las Cortes Constituyentes Españolas, donde defendió la igualdad de derechos. Era ciego. Lo llamaban: ¨El Ciego que veía claro¨. Fue sucesor de Varela en la Cátedra de Constitución en el Seminario de San Carlos.
Aquí se evidencia el punto de convergencia ya mencionado, aunque la Universidad Habanera combatiera al Seminario por sus ideas liberalistas.
-José de la Luz y Caballero, El Evangelista de la Educación, cuyos postulados pedagógicos y sociales son universalmente conocidos y haciendo honor a su apellido, han iluminado muchas generaciones, seguidor de los principios varelianos. Maestro de Ignacio Agramonte, masón de la Logia Tínima de Puerto príncipe, ahora Camagüey y de José María Mendive, Maestro de Martí, Masón de la Logia San Andrés de la Habana, seguidor de esos principios ya practicados por la Masonería Universal y que hoy reconocemos en la figura de Nuestro Apóstol, Masón y Maestro, José Martí. De éste reconocido católico se cuenta que durante sus funerales, al oírse el repicar de las campanas de la Iglesia, algunos malintencionados se preguntaron que porqué repicaban si se estaba enterrando a un masón. Cabe decir que aunque nunca fue confirmado, por lo menos por mí, se dice que Caballero se había iniciado secretamente en la Masonería en Europa.
En su libro, “Memoria sobre la Esclavitud”, el Padre Varela plantea:
“Me atrevo a asegurar que lo la voluntad del pueblo de Cuba es que no haya esclavos...... y yo sólo pido lo que quiere el pueblo de Cuba.”
Es realmente coincidente que 46 años después, un masón hiciera realidad su petición:
Carlos Manuel de Céspedes; quien fuera sorprendido y muerto en 1874, cuando se encontraba alfabetizando a los niños campesinos en una escuelita creada por él en las lomas de San Lorenzo. También el Padre de la Patria cumplió, dentro de sus múltiples y gigantes tareas, como son las de liberar a los esclavos, defender la Patria y guiar su pueblo, con la de instruir niños como un simple y humilde maestro escolar.
Ya en el siglo XX, el Dr. Gabriel García Galán, Masón, Abogado y Pedagogo, declinó su trabajo de abogacía para dedicarse a la Educación de niños y mujeres.
Desde 1921 fue miembro de la Junta de Educación de La Habana y desde allí contribuyó a la Educación Cubana.
Creó el ¨Premio José Martí¨ para despertar el espíritu investigador de los alumnos de las escuelas públicas, en el campo de la Historia, como también el ¨Premio Patria y Hogar¨ que él otorgaba a las graduadas de la Escuela del Hogar todos los años.
Fue Secretario General de la Sección de Sociología del 5to. Congreso Panamericano del Niño, que se celebrara en La Habana en 1927, presentando una ponencia sobre los Deberes del Estado con respecto al niño desamparado o desatendido por sus padres.
Fue Secretario General de los dos primeros Congresos Nacionales del Niño en 1928 y 1929.
Fue miembro de la Academia de Historia de Cuba en la que presentó un trabajo sobre la Instrucción Primaria en Cuba desde 1518 a 1909.
Entre las muchas condecoraciones que recibiera durante su vida ejemplar, por su trabajo como educador, se encuentran dos veces el ¨Premio Victor Muñoz¨ y tres veces el ¨Premio Enrique José Varona¨.
Durante la primera mitad del Siglo XIX, según la Sección de Educación, los recursos para la enseñanza eran muy pocos, por lo que se les permitió a las personas ilustradas, en su mayoría masones, crear centros de instrucción en sus propias casas a las que se llamó ¨escuelas de amigos¨. Estas escuelas fueron incrementándose hasta convertirse en pequeñas instituciones de carácter privado, que aunque no resolvían las necesidades del país, ayudaban a ilustrar a la población.
En 1825, La Habana cuenta con 43 escuelas, 25 para blancas y 18 para negros, y no es hasta 1827 que se permite la enseñanza gratuita en los conventos.
Ya en 1830, las escuelas privadas en Santiago de Cuba alcanzan el número de 36 y La Habana ha creado 38 escuelas más, de las cuales 8 fueron gratuitas para niñas blancas.
En 1835, la instrucción en el interior de País era casi nula. 3 escuelas en Baracoa, 2 en Sancti Spíritus, 2 en Remedios 4 en Villa Clara.
A pesar del carácter clasista y privado de la educación en esos momentos, no podemos negar que esos cortos pasos de avance eran un adelanto hacia la ilustración, en el que un buen porciento de masones participó, como inversionistas, como directores o como maestros.
Nuestra Orden Masónica creó un gran número de Instituciones Escolares para llevar a cabo su plan educativo y dos organizaciones para contribuir al apoyo material de dichas instituciones.
En 1869 y a raíz del Grito de Yara y quizá a consecuencia de la vertiente ideológica emanada de esta gesta, se crearon varias escuelas para varones, en las cuales y de forma insoslayable, se enseñaba el amor a la Patria. Fueron algunas de ellas:
- Escuela San Andrés
- Escuela San Gregorio
- Escuela San Carlos y
- Escuela Perfección.
Más tarde, en 1889, surgió la escuela gratuita ¨La Caridad¨, en la cual se priorizaba la matrícula para niñas negras.
En 1900 vio la luz la Escuela Normal para señoritas. También gratuita.
Y así, casi odas las logias fueron creando sus propias escuelas a las cuales le fueron atribuyendo sus propios nombres, lo que indica que el crecimiento de las escuelas que iba casi aparejado al crecimiento de las logias, debían a éstas en gran parte la razón de su existencia.
En 1928, la logia “Los Doce Apóstoles”, creó la escuela Los Apóstoles, en la Calle Colón 864, en el Cerro. Allí trabajó como profesora y luego como directora la Dra. Leonor Valdés Barrabí, quien ya había trabajado por mucho tiempo y de forma voluntaria en el Instituto de Cuba, y del que fuera egresado el conocido geógrafo cubano, Antonio Núñez Jiménez.. En este gesto se pone de manifiesto esa faceta caritativa y educadora siempre presente en toda Acacia.
De su trabajo, el Gran Mentor Emilio Jorge Reyna Cardoso, quien aunque no fuera maestro dio, todo su esfuerzo por la Educación Masónica, opinó:
¨Allí en ¨Los Apóstoles¨, la escuela de la logia. La obra educacional de Leonor adquiere eco y resonancia espiritual y ética maravillosa. Allí se enseña a amar, venerar, destacar y defender los valores morales de la Patria, sin olvidar las disciplinas y ciencias exactas.¨
En 1935, se creó ¨La Casa de los Niños¨, la cual funcionaba como escuela primaria durante el día. Desempeñaba allí una labor excepcional como maestra la Dra. Josefina Echemendía, la cual por su trabajo destacado y continuado y su conducta ejemplar como educadora, , ha sido y seguirá siendo merecidamente llamada ¨Maestra de Masones¨.
Esta escuela, también llamada Escuela Nacional Masónica, se funda en El Castillito , en La Víbora. Luego se trasladó a Santa Amalia y luego a Nicanor del Campo. Se concibió con el propósito de albergar todo tipo de niños huérfanos, de masones o de padres que no fuera de la Institución, que siempre fueron la mayoría. Allí se recibieron niños de toda la república. Era regida por un patronato dirigido por la Gran Logia. Era laica y mixta. De noche funcionaba como escuela nocturna de adultos. Se impartían los conocimientos de las Enseñanzas Primaria, Secundaria, comercio y Secretariado, además de estar vinculada al Instituto de la Víbora para la Enseñanza Pre-Universitaria. De ella fueron egresados Julio Trigo y Pepito Mendoza, combatientes revolucionarios, quienes dieran la vida por la libertad de su país durante la primera mitad del Siglo XX. Y Santiago Alfonso, coreógrafo de Tropicana, quien fuera condecorado recientemente con la Orden por la Cultura Nacional. Esta escuela funcionó hasta 1961.
La Enseñanza primaria contó con dos organizaciones escolares masónicas, que apoyaban el buen funcionamiento de las escuelas. Fueron ellas ¨
El zapato Escolar¨¨y Ël Traje Masónico¨´
¨El Zapato Escolar¨. Fue fundada el 8 de enero de 1920, por el Dr. Antonio Iraizuz del Villar y era sufragada por la Masonería y apoyada por las donaciones de cada una de las logias. Como su nombre bien lo decía, su objetivo era proveer de zapatos a los niños para asistir a la escuela. A éstos ños de las escuela masónicas, que dicho sea de paso, eran gratuitas, se les distribuía zapatos dos veces al año, y aunque se priorizaban estas escuelas para su distribución, también se les hacía entrega a las escuelas públicas.
Esta organización fue presidida durante seis años por la Dra. Josefina Echemendía. Tuvo una duración de más de cincuenta años, y al desaparecer, el fondo de la Institución pasó a las Arcas del Asilo Masónico.
¨El Traje Masónico¨. Esta, tan humana institución como la anterior, cuyo objetivo era proveer a los niños de ropa y más tarde de efectos escolares para ir al colegio, se fundó el 9 de Agosto de 1925, en el Salón Azul de la casa sita en Carlos III N0, 6. Fueron su primer Presidente y Secretario respectivamente los Hnos: . Francisco Yero y Jesús Escandell., cuya primera tarea fue, contactar a través del Muy Respetable Gran Maestro de Cuba, con las Grandes Logias de Nueva York y Chicago, para que éstas por gestiones comerciales, detectaran los mejores precios que pudieran ofrecerles los comerciantes para la compra del traje masónico. Gestión que se efectuó rápida y eficazmente, pues en menos de dos meses se realizó la primera entrega de trajes a los niños.
Esta se realizó el 20 de Septiembre de 1925, en el Teatro Actualidades. La segunda fue en la Sociedad del Pilar, Calle Estévez No.62, el 6 de Enero de 1926, de la cual hubo sobrantes que se entregaron a la escuela de la Logia José de la Luz y Caballero. La tercera se efectuó en menos de dos meses. El 24 de Febrero del mismo año, y así sucesivamente, además de las dos entregas anuales, se realizaban entregas extraordinarias en fechas Patrias.
El Traje Masónico invertía una cantidad promedio de $1,800 en gastos para cada distribución, luego, realizaba actividades culturales a beneficio de la Institución en las que participaba el Coro Acacista, y también durante la década de los 5º, organizaba festivales infantiles en el Coney Island, de cuya recaudación y de las sumas de las donaciones de las logias, se obtenía la cantidad ya mencionada para volver a comprar el traje escolar, y de esa forma reciclaba el capital de esta organización.
Después de la Fundación de la Orden Hijas de la Acacia, y como detrás de todo niño andando, hay siempre una mujer cuidando, la presencia femenina no se hizo esperar, y el Traje Masónico encontró su madrina.
Quisiera traer el nombre de todas las Acacias que se destacaron por su participación en la organización, pero me es imposible y me limito a mencionar un grupo del cual tengo referencia o cuyo nombre se refleja en las actas. Son ellas:
-Delia Delgado
-Elida Naranjo
-Lidia Esther Corría
-Cristina Alvarez
-Ofelia Fuentes.
Y las dos más recientes y constantes miembros:
Georgina Medina, quien reside hoy en los valles de Miami y Ofelia Fernández, que por su abnegación, puntualidad y dedicación tiene bien ganado el nombre de ¨La Madrina del Traje Masónico ¨.
Aunque no cuento con más información respecto a la Enseñanza Elemental y Media, me parecen que estos ejemplos muestran cabalmente la preocupación y ocupación de la Masonería Cubana por la instrucción de su país que si realmente no resolvía todas las necesidades de éste, complacía gran parte de ellas.
Paso entonces a la Enseñanza Universitaria.
En 1936, a solicitud de la Resp. Logia Habana, el V. H:. Dr. Mario Alfonso Caballero, ex -Rector de la Universidad de La Habana, solicitó a la Gran Logia, la creación de la Universidad Masónica de Cuba.
Se somete la moción al análisis de la Comisión por el Gran Maestro Francisco Saiz y los V.H:. Dr. Enrique Gay Galló y Carlos M. Pereira y del Cueto., pero situaciones de carácter legal impidieron su realización. Luego de promulgarse la Ley No.15 de Diciembre de 1950, que autoriza el funcionamiento de las Universidades privadas, el viejo anheló renació en el espíritu de algunos masones.
Se presentó de nuevo el proyecto ante el Gran Maestro Dr. Piñeiro y del Cueto, quien lo acogió con beneplácito, lo que promovió la Institución Masónica de Estudios Superiores, Sociedad Civil Masónica en cuyos estatutos, quedó declarado en el artículo segundo, que la nueva entidad se dedicaría a como se cita a continuación.
¨En primer término a fomentar el desarrollo de estudios superiores principalmente en aquellas disciplinas que hasta el momento habían sido omitidas u olvidadas por el Sistema Oficial d Enseñanza no obstante su importancia para el progreso nacional, pero encuadrando la actitud docente dentro de los elevados principios que animan a la Masoneria Universal y sin los cuales, la Cultura, desvía su naturaleza y pervierte sus fines, atentos siempre a fortalecer el espíritu de la Solidaridad Humana, contra toda discriminación sectaria e injusta. ¨Fin de la Cita.
La Universidad se inauguró el 16 de Julio de 1952, con un Primer Cursillo Pre-Universitario. En la ceremonia de apertura, el Gran Secretario V.H:. José F. Castellanos en su discurso, citando un pensamiento del Pedagogo Dewey, manifestó:
¨Si la escuela primaria ha de ser un reflejo del barrio, y la secundaria en igual sentido, el de la comunidad en que se asienta, a la universidad habrá que asignarle, por su contenido de gran amplitud, la función orientadora de la sociedad. Servirá para servir a la sociedad y no para servirse de ella. Cultivará la formación profesional y cultural. Será faro orientador en el aspecto social. Como institución Masónica, habrá de responder a los postulados que animan la Masonería, para que desaparezcan las baja pasiones que envenenan la a la Humanidad e impiden que el hombre sea hermano del hombre. ¨Fin de la Cita
Como podemos ver la Masonería se propuso la tarea de la construcción de una sociedad de altos valores, tomando como uno de sus puntos de partida
La elevación cultural de sus miembros.
Esta universidad, cuyo derecho de matrícula costaba $150.00 anuales, contaba con un sistema de pagos bimensuales que debían efectuarse en los meses de Septiembre, como garantía de matrícula, Noviembre, Enero, Marzo y Mayo., no distaba mucho de los precios del Sistema Oficial de Enseñanza, que iniciaba el pago con una entrada de $60.00.
Allí funcionaban las Facultades de Filosofía y Letras, Psicología, Derechos, Ciencias Económicas y Educación, más proyectos especiales de Idiomas, Artes Domésticas, Música, Artes Industriales, Depto. Pre-universitario, redacción y calificación de Documentos y Títulos, más los Talleres Tipográficos de la Universidad.
De ella fue egresado el Dr. Ricardo Alarcón de Quesada, por poner un ejemplo.
Como podemos ver, quedaron muy pocos aspectos de la cultura hasta entonces alcanzada que la Enseñanza Unversitaria Masónica no alcanzara, de ahí que el masón continuara destacándose por su profundidad, discreción buena conducta y buen decir.
Según el Padre Varela, la mujer es cultura, dignidad y amor.
Según Martí, la mujer debe aprender, al menos, la esencia de lo que aprenda el hombre, para que no sea la incompetencia mental la causa del divorcio social entre ellos.
Según Gabriel García Galán, la mujer es pureza, sacrificio y abnegación y partiendo de estos elevados conceptos, crea la Orden que agrupa la rama femenina de la Masonería Cubana.
Muchas mujeres, a partir de la creación de la Orden Hijas de la Acacia en 1937, abrazaron la causa Masónica y siguiendo su ejemplo, contribuyeron a la formación de nuevas generaciones. Lamentablemente, producto de ciertas circunstancia sociales, que si bien contribuyeron a la superación cultural del país, mantuvieron el acacismo casi inactivo durante mucho tiempo y por la desaparición física de otras acacias que hubieran podido seguir guiando la Orden sobre las bases ya conocidas, nuestro trabajo educativo está ligeramente empobrecido y contamos con cierta apatía por el conocimiento, o mejor dicho, con el desconocimiento de la importancia que la Masonería la atribuye al saber.
Estas razones, dentro de otras, han influído sobre nuestra Orden causando que hoy esté sufriendo una cierta crísis de desorientación que nos conlleva al estrechamiento de los horizontes.
En mi trabajo, ¨El Papel del Acacismo en la Sociedad Contemporánea¨, osadamente, me atreví a asegurar que el Acacismo, junto con la Masonería, debían ser las dos alas del pájaro de la sociedad, que la conduzcan hacia un futuro mejor.
Hoy, después de un análisis más profundo de la Orden, sin contradecir mi anterior planteamiento, pues éste constituye mi mayor anhelo social, debo reconocer, que todavía no estamos preparadas para ello, aunque se están dando las condiciones para que así sea.
Con el surgimiento de la Academia Cubana de Altos Estudios Acacistas “Leonor Valdés Barrabí”, fundada el 27 de Diciembre de 1996, una nueva puerta se nos abre hacia la sabiduría. De esta forma, surgen nuevos caminos en dirección al futuro que deben ser pavimentados por nosotras mismas, renace la esperanza en los corazones de sentimientos elevados y en los cerebros ávidos de sapiencia. Ya que tenemos la vía, debemos de trabajar para que no se cierren las puertas, ni desaparezcan los caminos ni se apague la luz.
Desde nuestras propias organizaciones internas, la Academia de Altos Estudios Acacistas, las Comisiones de Instrucción y Cultura y la Ayuda de las acacias más experimentadas y más cultas, que están silentes en sus asientos esperando ser llamadas, para contribuir al desarrollo cultural de la Orden, podremos salir adelante y prepararnos para continuar la labor educativa que comenzaran nuestros Masones y continuaran ejemplares Acacias.
CONCLUSIONES
Por todo lo antes expuesto sabemos que la Masonería Cubana lleva casi doscientos años trabajando por la educación de su país.
Sabemos que el mundo está convulso en estos momentos en crisis de hambre, corrupción, violencia y degeneración. También sabemos que la ociosidad es la madre de los grande vicios, pues ella permite a la banalidad, la superficialidad y el egoísmo entrar a nuestras mentes por la puerta de la incultura.
El país está inmerso en la tarea de elevar el nivel cultural del pueblo de forma masiva. Las Iglesias y otras Instituciones no gubernamentales, abren sus puertas al pueblo y convierten sus recintos, en determinados momentos en aulas, donde se imparten clases de disciplinas altamente necesarias para los trabajadores fundamentalmente para los jóvenes, que se dan conferencias de temas de interés para jóvenes, adultos y toda la familia, que contribuyen al mejoramiento del hombre y la sociedad.
Si la Masonería Cubana lleva casi dos siglos luchando por la educación del hombre. ¿Por qué el Acacismo no puede continuar haciendo lo mismo desde sus talleres? Este es el momento y no otro en que la Acacia debe cerrar el abanico y descruzar los brazos temporalmente, para llenar nuestras mentes del conocimiento que nos hará pensar mejor y sentirnos más útiles para continuar la labor educativa de la Masonería.
La Caridad no es regalar lo que nos sobra, si no compartir lo poco que tenemos y como el conocimiento es parte del tesoro universal humano, compartirlo es una forma de practicar la Caridad.
Además, según el Padre Varela, es un acto de justicia ilustrar al ignorante.
SUGERENCIAS.
Sin convertir el Taller en una escuela y sin interferir el Sistema Oficial de la Enseñanza, sugiero las siguientes proposiciones:
1. - Dedicar más tiempo a la enseñanza del simbolismo y temas sobre el Acacismo, incluyendo estudio del Código y Reglamentos dentro de la sesión y así hacerla más instructiva y amena.
Tarea de la Comisión de Instrucción.
2. - Organizar, fuera de la sesión, un local que se habilite como aula para impartir clases de Inglés, Computación y otros temas cognoscitivos y que a la vez en éste se puedan realizar actividades culturales, como exposiciones, debates, etc.
Tarea de la comisión de Cultura y Pre-Académicas.
3. - Solicitar a la Gran Logia de Cuba y al Supremos Consejo Grado 33, la ayuda material para llevar a cabo esta tarea, cuyas necesidades son:
a) Un local para aula y que a la vez sirva de sede a la Acad. C. de A. E. A.
b) Una computadora, aunque sea de uso.
c) Pizarra, mesas y sillas.
Tarea de la Gran Gentil Mentora.
La Acacia, por ser mujer, madre, esposa, trabajadora y además, miembro de una Institución Para-Masónica, tiene la obligación de ayudar a mejorar el medio donde van a crecer sus hijos, y no debe quedarse a la zaga en la carrera por el desarrollo, porque eso sería negar algunos de los principios de la Orden del compás y la Escuadra y para aseverar este planteamiento, me apoyo en las palabras de nuestro Masón y Maestro, José Martí, publicadas en el Periódico Patria el 21 de Mayo de 1862:

¨¡Ah, Cuba, futura Universidad Americana! Le baña el mar de penetrante azul, la tierra oreada y calurosa. Con la mente, a la vez, clara y activa, la hermosura de la Naturaleza atrae y retiene al hombre enamorado. Sus hijos, nutridos con la cultura universitaria y la práctica del mundo, hablan con elocuencia y piensan con majestuosidad, en una tierra donde se enlazarán mañana, las tres generaciones.
Muchas gracias,
Madalina Cobián. .
BIBLIOGRAFÍA:

Documentos de Archivo Biblioteca Masónica:
- Acta de Constitución de ¨El Traje Masónico¨
- Vida y Obra de Leonor Valdés Barrabí.
- Vida y Obra de Gabriel García Galán.
- Acta de Constitución de la Universidad Masónica.
- Discurso de Ceremonia de Apertura de la Universidad Masónica del 16 de Julio de 1952.
- Periódico Patria del 21 de Mayo 1892.
Libros:
- El Legado de Varela. Dra. Perla Cartaya Cotta.
- Las Ideas Masónica y la Fe Católica. Belisario Carlos Pi Lago.
Discurso:
- Presentación del libro ¨Las Ideas Masónicas y la Fe Católica¨ de
Belisario Carlos Pi Lago.
Entrevistas:
- V.H:... Fausto Prieto Brañas. Presidente de la Academia de
Altos Estudios Masónicos. Enero 2001.
- V. H. Dra. Josefina Echemendía. Gran Mentora de la Orden Hijas
de la Acacia. Enero 2001.

El papel del Acacismo en la sociedad Contemporánea

Academia Cubana de Altos Estudios Acacistas
“Leonor Valdés Barrabí”

Obra ganadora Concurso 2000

Tema : El papel del Acacismo en la sociedad contemporánea.

Autora: Madalina Cobián González
Académica de Número
Benemérita Logia # 1 “ Hijas de la Acacia”.
La Habana, 21 de Marzo, 2000

INTRODUCCION

Por ser la mujer cubana un ser tan versátil y flexiible, que se crece se desdobla y se multiplica, tratando de abarcar todas las esferas de la sociedad en la que puede ser útil, en la que deja su cuño de cubanía, con su perfume y musicalidad, abrazándola con amor y maternal cariño, para no dejarla caer, que con paciencia e inteligencia, la educa, la guía, para sacarla de la ignorancia y la oscuridad, y la salva del peligro y la opresión, e es muy difícil encasillar mi trabajo, dedicado a tratar el tema “ El Papel del Acacismo en la Sociedad Contemporánea”, en sólo una época e este siglo, ya que la Acacia no es más que una mujer cubana con proyecciones universales, que se traslada en el tiempo y en el espacio, de época y países, y aunque sufra algunos cambios, no deja de ser la que fue, es y será siempre: una mujer cubana.
Por ser esta mi visión de la Acacia, titulo mi trabajo:
“Acacia en cuatro tiempos”
Primer Tiempo.
Y eran tiempos en que algunas hacían girar sus elegantes trajes sore los brillantes pisos de salones engalanados, al compás de una contradanza, sin más aspiraciones que cumplir con el deber que su sexo les impuso, sin otra aspiración que se esposa y madre, pero que a escondidas, bordaban banderas y cosían uniformes, mientras otras se lanzaban a la manigua con sus esposos e hijos después de quemar sus casas, a combatir por la libertad de Cuba, otras se asían a la pluma, para denunciar las injusticia, algunas tomaban el traje de enfermera, otras el fusil y muchas se desprendían de sus riquezas por la causa, mientras otras, marchaban al extranjero, para desde allí, preparar la lucha por la Patria.
Llamáranse Mariana, Manana, Emilia, Martha, daría igual, todas tenían un objetivo en común, el amor a la Patria libre, el valor por el sacrificio por una Cuba cubana, el sentido del derecho a la libertad, único derecho que podían entonces defender y que sería precursor de otros derechos que más tarde defendería el Movimiento Feminista, representado por estas mismas mujeres valientes de finales de Siglos XIX e inicios del XX. Mujeres que también supieron sacrificar la Paz del Hogar, por la Paz de la Patria, el amor de sus hogares, por el Amor de la Patria, y que en todo tiempo practicaron la Caridad, ya bien con dinero, asistiendo enfermos, salvando vidas, compartiendo su pan, consolando al afligido, o alentando espíritus.
Esas, que sin conocer como tal, nuestro tríptico de fe, lo practicaron, que no conocieron más bandera que la de la estrella solitaria, que jugaron el papel de Luchadoras por la Libertad en su época, como lo hubiera hecho una Acacia de nuestro siglo, que nos sirvieron de paradigma para ser hoy lo que somos, también fueron Acacias, porque ser una Acacia es: ser una mujer cubana con proyección universal.
Segundo Tiempo.
Y eran tiempos en que ya teníamos bandera, comenzaba a florecer el siglo y se bailaba el danzón. Tiempo en que aquel Pequeño Gran Masón, concibió y fraguó la idea de concentrar en una flor todas las virtudes de la mujer cubana. Y de nuevo esta se desplegó como un manto de pureza, e desdobló mostrando sus capacidades y se multiplicó fértil y magnánima. Y practicando su tríptico, se entregó a la sociedad por entero, a trabajar, a estudiar, a educar, a investigar, a curar, a practicar, a practicar cuanta arte y ciencia surgieran a favor de la humanidad y sobretodo, sin olvidar el papel de madre y esposa, y sin olvidar el suave y elegante contoneo de sus caderas al ritmo de un son, porque una Acacia es una cubana, y decir cubana es decir: “ es la Perla del Edén porque es graciosa y baila bién”.
Juega en estos momentos, su papel de fundadora, creadora y educadora que la sociedad le asigna, y encontrándose en pleno cumplimiento del deber, las transformaciones sociales la obligan a cambiar sus designios.
Entonces, se crece, se yergue alta, recta y firme como una columna y se multiplica en forma de muchas Jaquines y Boazes, para sostener su templo. Para salvar el móvil de su creación y como cubana, reacciona como la Bayamesa, Al grito de la Patria, todo lo deja, todo lo quema, para la Acacia, salvar la Orden, es su misión.
Y sosteniendo su templo, se mantiene inmóvil, tolerando las inclemencias del tiempo, el pasar de los años, y sosteniendo su templo, envejece con él y aunque falten las fuerzas, el agua y el pan, sabe cumplir con este nuevo deber, por eso podemos decir que juega el papel de Salvadora de la Orden, en espera de que crezcan y maduren las nuevas generaciones que han de aliviarla de ese gran peso y levar a cabo la tarea comenzada por ella, con más fuerzas, nuevas alegrías, nuevos ritmos, y hacia nuevos lares porque las nuevas Acacias son también mujeres cubanas con proyecciones universales.

Tercer Tiempo.
Y son tiempos en que entra a jugar su papel, una nueva Acacia, que con su espíritu renovador, el puntero en la mano, una sonrisa en los labios y la alegría que la caracteriza, va buscando, persiguiendo, rescatando los viejos valores humanos perdidos en tiempos de tormenta, para sembrarlos en los corazones de los jóvenes y guiarlos para hacer de ellos, hombres y mujeres del futuro, con principios tan sólidos como las columnas del templo.
Y son tiempos, en que la sociedad está desgraciadamente infectada de plagas, de vicios, de injusticia y deshumanización, dentro de un contexto de carestía y vicisitudes. Y de ahí, que tiene que surgir una mujer con fuerza moral y espiritual suficientes para enfrentar esas plagas, con conocimientos suficientes para combatirlas, y con un corazón lleno de ese amor, capaz de convertirse en valentía para enfrentar esa guerra, por lo que surge esta nueva Acacia.
Esta nueva acacia, que se ueve y tiene que moverse a un ritmo más violento acorde a la sociedad en que vive. Que cambia la máquina de escribir por la computadora, el escalpelo por el rayo lasser y que comienza a adentrarse en todo lo que durante muchos años había sido desconocido y oscuro para ella. Que se sumerge en la vorágine del mundo moderno, para salir de ella con la copa de la victoria en mano. Que nada le es ajeno, que tiene criterio y participación en todas las esferas de este mundo social donde haya algo humanamente útil que hacer, sin olvidar el rinconcito donde mora con los suyos: su hogar, su principal objeto de amor y sacrificio.
Esa. Esa es una Acacia.
Si e s una cubana que continúa brindado amor desinteresadamente a su pareja, que prefiere la carencia material a la abundancia obtenida mediante la corrupción, que no vende sus principios, que juega y debe jugar un papel ejemplarizante en todos los momentos de su vida, aun cuando se esté divirtiendo al ritmo de una salsa. Esa. Esa es una Acacia.
Una cubana que practique su tríptico de Paz, Amor y Caridad en cualquier circunstancia que se halle. Que pueda desempeñar cualquier función a la par de cualquier profano o Masón. Que se desprenda de su egoísmo y ambiciones personales para sostener verdaderas relaciones fraternales con los demás, en su centro de trabajo, de estudio o en el hogar. Esa. Esa es una Acacia.
Una cubana que educándose a si misma, instruyéndose y llenando su mente de pensamientos altruistas, que pueda eliminar las ajas pasiones y la mezquindad que se alberguen en los corazones de los superficiales y de los ignorantes. Esa. Esa es una Acacia.
Una cubana incapaz de deducir, ni razonar, que no estudie, ni evolucione intelectualmente, que contribuya al estancamiento espiritual y demore el progreso. Esa. Esa no es una Acacia.
Una cubana renovadora de ideas, que rinde culto al honor y a la verdad, que disipa la ignorancia, combate el vicio e impone amor a la humanidad. Esa. Esa es una Acacia.
Una cubana que tenga que ser reconocida por el masón como el masón de la Leyenda reconoce a su Acacia, y no a la sombra de este, si no a su lado, como le corresponde estar.
Una acacia es, y de e ser una mujer cubana que pueda representar su Orden y su país en cualquier lugar del mundo.
Una mujer, que para un hombre sea: digna de respeto; para un niño: una maestra; para un anciano: la seguridad; para una mujer: una hermana. Porque una Acacia es una mujer cubana con proyecciones universales.
Cuarto Tiempo.
Y serán tiempos que sin diferencias ni prejuicios, sin prepotencia ni orgullo, vuelen juntos Masón y Acacia, hacia un mismo objetivo, como las dos alas de una misma paloma blanca, regando la simiente de la paz, condenando la guerra, guiando la juventud, defendiendo la Patria y amando el hogar.
Será esta una Acacia liberada de prejuicios, de pensar elevado, y de amor profundo que sabrá derramar sobre la humanidad.
Será una acacia prometedora de bello futuro, premiada de altos valores que hagan que el Masón no pueda decidir por sí solo sin antes consultar con su sabia compañera.
Será una Acacia comprometida a alcanzar y lograr los ideales de la Masonería Universal.
No importa cual sea su baile. No importa que ropa vista. Su valentía mezclada con su perfume, la harán capaz de lograr sus metas, porque una Acacia es una cubana con proyección universal.
Conclusiones.
Cuando Dios creó al hombre, no satisfecho con su obra, tomó una de sus costillas y formó el cuerpo de la primera mujer. Desde entonces, la mujer ha sido el complemento del hombre.
Pero la nueva acacia, la universal, no se conforma con ser complemento, aspira a ser parte equitativa del verbo, de la acción de la vida masónica.
La Acacia, haya sido Luchadora por la Libertad, Fundadora, Renovadora de la Orden, Prometedor de un futuro Masónico, al cumplir con su tríptico de fe, Paz Amor y Caridad, ha puesto en práctica los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad, sin fronteras de tiempo ni espacio, por eso, reitero, es y debe ser una cubana con proyección universal