Tuesday, 25 January 2011

Las “Hijas de la Acacia” Honramos a nuestro Apóstol.
Benemérita Logia “Hijas de la Acacia” N0.1 
Oratoria por el Aniversario 158 del natalicio de nuestro Apóstol  V.H. José Julián Martí y Pérez.


No escasean en estos tiempos quienes  aseveren  que  mucho  ya se ha hablado sobre  el  hombre que cayó en Dos  Ríos. Creo que no todos los  cubanos hemos logrado acercarnos  lo suficiente a este ser entrañable  que halló en la naturaleza  fuente de verdad  y  de vida.
Cuando Martí inicia en 1871 su primer destierro, tiene una visión insular del mundo. Profundos  y  variados  son los conocimientos  que obtiene.   Pero la dimensión  mayor  en su formación de hombre,  la adquiere durante su paso  por las tierras  que el llamo “nuestra América”. Su americanismo, deviene torrente cristalino empeñado en inundar  la conciencia  del prójimo.   Esto se percibe en las vertientes  que utiliza  para realizar  la obra  de educador  social, como la literatura, el periodismo y  la oratoria, donde crea una escuela en la que forma excelentes discípulos.   
También ejerció  el magisterio directo, faceta menos divulgada de su obra, que aprovechó  para educar e influir en  el corazón de la juventud, siempre abierta a la esperanza.
Una constante  en sus enseñanzas es  la  formación en  los  valores  morales necesarios a los niños  de nuestros  pueblos, vinculados al patriotismo y al americanismo.
En Martí  palpitaban virtudes  universales, como el sentimiento de la justicia, de la equidad, del sacrificio voluntario.   Un hombre dotado  de las cualidades  de un verdadero Apóstol. La entrega devota  a la causa que esgrimía era un deseo y, a la vez, un orgullo.
Es deber de  nuestra institución  tener como premisa los ideales  martianos, su espiritualidad religiosa  en  su expresión más sublime (llámese amor o misericordia)  tiene como características esa “capacidad de sacrificio”,  y ese  “desprendimiento”  que  desplegó en aquella dimensión  donde no hay lugar para el valor  del interés personal, donde las cosa  no se  deciden en  función de las perdidas  o los beneficios  que puedan  aportar ,  ni se miden  con la vara especulativa del  toma  y  dame.
Es difícil seguir los pasos firmes  de este tipo de gigante, pero,  el solo hecho de intentar alcanzarlo es en principio suficiente para empezar a obtener un poco de elevación espiritual.  Este es el camino que han  de trazarse todas las HH. que han decidido integrarse a nuestra fraternidad.  Es un camino estrecho, lleno de escollos pero no imposible de transitar si el propósito es  honrado, puro y desinteresado.  Es en este  “desinterés” donde está el honor de quien se consagra íntegramente a una causa.  Para Martí, el ejercicio del amor  y de la virtud entraña el  dolor, pero el dolor como fuerza para contrarrestar  las fuerzas del mal, las fuerzas destructoras  de la armonía universal que se manifiestan en la simulación en  la lucha por la vida, que  no es más que la carencia de virtud  de las almas más imperfectas que sedimentan en sí odio y rencor.
Nuestras sesiones  son parte de nuestro sacrificio en el empeño de superarnos para servir mejor a nuestra sociedad, a nuestra patria y es en la práctica el homenaje más efectivo que pudiéramos rendirle al más brillante y noble de todos los cubanos.
Muchas gracias.

Leído, por la Oradora de la logia N0.1, mentora  Yasmina Guerra Prado, Templo Gótico, Enero,  2011


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